viernes, 12 de noviembre de 2010

Ciudadanos deben exigir la destrucción de su vieja cédula


Rosa Marina Zelaya, ex presidenta del Consejo Supremo Electoral (CSE), recomendó a los ciudadanos en general que han solicitado reposición de cédulas con formato nuevo y que poseen su viejo formato, exigir a los funcionarios del CSE destruir su cédula vieja frente a ellos y, si es posible, que les entreguen los restos, esto no por desconfianza sino como un derecho.
Las declaraciones de Zelaya se dan por la discrecionalidad con que el CSE ha estado cedulando a los empleados públicos.
“Todos tenemos que ser sumamente cuidadosos, en primer lugar el ciudadano, porque si alguien tiene mi cédula de identidad puede darse una suplantación de persona y eso sería muy peligroso para el ciudadano, porque existe el bien y el mal, y hay personas que pueden caer en la tentación y utilizar esas cédulas de diferentes maneras, con temas que tengan que ver con narcotráfico, no sólo para ejercer el voto”, advirtió Zelaya.
En las oficinas de Servicios del Gobierno (Servigob) LA PRENSA pidió constatar que los funcionarios del CSE cortan la cédula vieja y se la regresan al ciudadano junto con su nuevo documento, sin embargo, lo que sucede con las cédulas de los empleados públicos o allegados al Gobierno hasta ahora es un misterio, ya que una vez que la persona hace su trámite, no regresa a las instalaciones del CSE para retirar su documento sino que éste se le hace llegar a través de un coordinador en la institución.
“Cuando nosotros iniciamos la cedulación encontramos casos de extranjeros que querían obtener la cédula y no era para votar, sino que eran personas que presumían de carácter delictivo”, expresó Zelaya.La ex presidenta del CSE manifestó que tanto la ciudadanía como el propio órgano rector de la cedulación, en este caso la Dirección General de Cedulación, la Comisión Nacional de Cedulación, que no existe, y el propio CSE que es un órgano que debe trabajar en función de la pureza del documento, deben velar que el documento de identidad lo tenga quien lo debe tener y que no caiga en manos de quien no debe.
Sin embargo, Zelaya dijo que debido a los cuestionamientos y la credibilidad del CSE, tiene que haber mucha desconfianza en el órgano electoral y el funcionamiento del mismo. “Hay más suspicacia, más nerviosismo de que pueda ser utilizada de manera indebida esa cédula, no sólo para el voto sino para cualquier fechoría”, expresó Zelaya.
“A mí me preocuparía dejar mi cédula de identidad con funcionarios de la Dirección General de Cedulación. El mismo ciudadano debe exigir que la destruya completamente o que se la devuelvan rota. Eso no quiere decir que no puedan reproducir otra, pero para efecto del ciudadano, exigió su derecho y no se encuentra después que alguien robó un banco y dejaron tirada la cédula de otra persona o fue a votar dos veces”, advirtió Zelaya.
En las instalaciones del CSE de Metrocentro continúan desfilando los empleados del sector público que llegan a cedularse gratuitamente, pero ninguno de ellos dice una palabra sobre lo que sucede con su vieja cédula, algunos sólo se limitan a decir que son de instituciones privadas y otros dicen que su visita no corresponde a un trámite de cédula.
No obstante, en la caseta de entrada del CSE cada uno es buscado en una lista, presenta su vieja cédula y si es el horario y el día que ya le han programado de previo, pasa. Un oficial de la Policía que salía con un grupo de compañeros dijo que no sabía qué pasaría con su vieja cédula.

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