San Pedro Sula, Honduras
Tres de cada cuatro hondureños consideran que el país está en una crisis económica muy grave.
Honduras es uno de los países más afectados por la crisis, pues no sólo ocupa el sexto lugar en términos de porcentaje de los que han presentado una disminución en sus ingresos, sino que también es el país de las Américas con el menor porcentaje de personas que no vieron aumentar sus ingresos.
Los anteriores hallazgos se desprenden del estudio “Cultura política de la democracia en Honduras, 2010” elaborado por el Barómetro de las Américas, el cual fue puesto a disposición de todos los medios de comunicación hondureños.
El estudio realizado con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Usaid, señala en materia de democracia que Honduras ocupa el lugar número 25 de los países estudiados en cuanto a la satisfacción con la democracia.
El 53.6% en el país está satisfecho viviendo en democracia en 2010, y el 12% expresa gran satisfacción.
Sólo el 2.9% expresa gran insatisfacción. Alrededor de un tercio de hondureños entrevistados expresaron su descontento con la forma en que la democracia está funcionando.
Según el estudio, la crisis económica está ligada a la crisis política que vivió el país durante 2009.
En ese sentido, la mayoría de la gente culpó a la administración anterior por la crisis económica.
Sólo un 2.1% culpó a la actual administración.
Cuando el estudio se elaboró, el actual Gobierno apenas tenía un par de meses al frente del país. Puntualmente, el 55% culpa al Gobierno anterior de la crisis. Los hondureños que creen que la actual administración está haciendo un trabajo muy bueno y los que aprueban más el desempeño económico del Gobierno son los que apoyan más la democracia.
Inseguridad
La ola de violencia que afecta a Honduras y a los países de América también fue objeto de estudio.
La segunda forma en la que el Barómetro de las Américas analizó el asunto de la delincuencia y la inseguridad fue la medición de experiencias ciudadanas con estos fenómenos.
Para medir la victimización por delincuencia de manera más exacta y obtener respuestas más precisas, se preguntó a los encuestados lo siguiente: ¿Ha sido usted víctima de algún acto de delincuencia en los últimos 12 meses?, es decir, ¿Ha sido usted víctima de un robo, hurto, agresión, fraude, chantaje, extorsión, amenazas o algún otro tipo de acto delictivo en los últimos 12 meses?
El 14% de los hondureños encuestados respondió que sí y un 86% respondió que no.
Corrupción
Este flagelo también puede influir de otras maneras en la democracia, según cita el informe.
El Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional ubica a Honduras en el puesto número 26 de una lista de 31 países de América.
De los países del mundo, el país se encuentra en el lugar 130 de 180 países con indicativos de una corrupción generalizada.
La conexión entre la delincuencia, la inseguridad y la corrupción son algunos de los problemas más críticos que enfrenta América Latina.
En Honduras, las variables claves que determinan la percepción de inseguridad es el grado de actividad de pandillas de barrio y la victimatización por la delincuencia.
Por otra parte, la evidencia sugiere que la percepción de corrupción entre los funcionarios públicos está muy extendida. Aproximadamente uno de cada seis hondureños dice que ha sido víctima de corrupción en el último año.
La percepción de la corrupción afecta de manera significativa el apoyo a la democracia, cita el informe.
Pese a que gran parte de los hondureños está satisfecho viviendo en democracia, el país experimentó un retroceso con la crisis de 2009.
Según Freedom House, Honduras es el país de Centroamérica que experimentó el mayor retroceso en cuanto a democracia; como consecuencia de ello, el país fue retirado de la lista de democracias electorales.
Ocho de cada diez hondureños no estaba de acuerdo con los planes de Zelaya
Con respecto a la crisis política de 2009, el estudio del Barómetro de las Américas encontró que una gran mayoría de los hondureños no apoyaba los planes políticos del ex presidente Manuel Zelaya, pero tampoco apoyaron la forma en que fue removido de su cargo. Sin embargo, la mayoría de los hondureños están satisfechos con la solución a la crisis.
La ideología es sin duda, cita el informe en su resumen ejecutivo, el factor más significativo en la determinación de las actitudes hacia la crisis política.
Los hondureños que se autoubican en “la derecha” en el espectro ideológico tienden a favorecer más la destitución de Zelaya y a apoyar menos los planes políticos que el ex Presidente perseguía.
A la pregunta: ¿Estuvo usted de acuerdo con la destitución del presidente Zelaya?, el 58.3% dijo que no estaba de acuerdo; el 41.7% dijo que sí.
En cuanto a la pregunta: ¿Estaba de acuerdo con la consulta popular que el presidente Zelaya quería realizar?, el 75.9%, es decir, casi 8 de 10 hondureños, dijo que no estaba de acuerdo.
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