miércoles, 6 de julio de 2011
Energía cara ahuyenta
MANAGUA
Ser el país de Centroamérica con los costos de energía eléctrica más caros es un elemento que está afectando la atracción de inversión, el crecimiento y por ende el desarrollo económico de Nicaragua.
El incremento del 24 por ciento en la tarifa de energía eléctrica para enero de 2012 complica la situación, porque solo su anunció generó “incertidumbre” entre los inversionistas sobre si les resultaría rentable incrementar su capital o abrir nuevas empresas en el país.
Así lo aseguraron directivos de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social, Funides.
Precisamente el alto costo de la generación eléctrica que se refleja en que consumidores deben pagar tarifas igualmente altas, es de las principales barreras al crecimiento del país, según Funides quien ayer presentó su Segundo Informe de Coyuntura Económica.
Mario Arana, director ejecutivo del Funides, expuso que el alza en la tarifa de energía eléctrica por 41.8 por ciento anunciada inicialmente para enero de 2012, “hubiese sido menor y menos impactante” si se hubiesen aplicado los porcentajes conforme a cómo se iban aumentando los costos de generación, y no como se pretende de una sola vez.
El Instituto Nicaragüense de Energía (INE) y el Ministerio de Energía y Minas (MEM) primero anunciaron un ajuste del 41.8 por ciento, por ser el acumulado que se viene registrando durante los primeros seis meses del año. Posteriormente se dijo que será como máximo del 24 por ciento.
La tarifa de energía se mantiene congelada en 2011 ya que el Gobierno adquirió 107 millones de dólares en préstamo con Alba Caruna, la cooperativa que maneja los fondos del acuerdo petrolero con Venezuela.
TARIFAS DEBEN AJUSTARSE CONFORME REALIDAD
Arana sostuvo ante empresarios y miembros de Gobierno, que el aumento hubiese sido del 21 por ciento en la tarifa de haberse aplicado desde enero pasado, porcentaje que estaría “alineado” para cubrir los costos de generación, provocados por el alza en los precios del petróleo a nivel internacional.
“Acá se había tomado la decisión de hacer ajustes periódicos a las tarifas, y creemos que eso es más sano porque permite a los negocios y consumidores adecuarse a la realidad a costos más altos por nuestra dependencia con el petróleo”, valoró Arana.
A pesar del subsidio, Funides expuso que hay inquietud entre los empresarios al no estar claros si se seguirán permitiendo fuertes rezagos que luego serán compensados con grandes alzas.
Arana dijo aunque Funides estima s que el alza debería ser 21 por ciento, igual “desincentiva la inversión” y por tanto se confía que las negociaciones que actualmente estarían realizando Gobierno y sector privado encuentren formas de que no sea tan fuerte.
Por su parte, el representante del Fondo Monetario Internacional (FMI), en Nicaragua, Gabriel Di Bella, dijo que la posición es que el Gobierno debe cumplir con la Carta de Intención del programa y aplicar una política a largo plazo que asegure la estabilidad del sector eléctrico.
“Evidentemente tiene que tener en cuenta que el consumo de energía de algunos sectores será subsidiado, pero que esos sectores son evidentemente minoritarios, no todo el país”, dijo Di Bella.
Di Bella explicó que si bien el FMI entiende que el subsidio es porque “hay una razón coyuntural”, también se demanda que se garantice que los fondos que se usan puedan ser sostenibles. Dice que lo recomendable es que el subsidio debe “ser focalizado” para que se proteja a los más vulnerables.
“En el caso —afirma— del sector eléctrico, por ejemplo, lo que habría que hacer es que la tarifa comience a reflejar de manera gradual el costo verdadero de la generación, lo que significaría que los subsidios comiencen a focalizarse en aquellos sectores más vulnerables, por ejemplo aquellos sectores que consumen menos de 150 kilowatts por mes”.
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