miércoles, 27 de julio de 2011

Francisco Rosales: Andar de “parranda” es ya mujer semiviolada




MANAGUA
El magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Francisco Rosales, defendió la sentencia que redujo la pena al acusado de violación Farinton Reyes, argumentando la actitud “permisiva” de la víctima en circunstancias de “parranda”.

En entrevista a Canal 12 de Televisión, cuya administración autorizó la reproducción del material, el magistrado dijo que la cuestionada sentencia trató de llegar a una solución intermedia con base en interpretación de las leyes y de las evidencias presentadas en el juicio, y que la misma, por efecto constitucional, debe ser de ineludible cumplimiento pese a no ser del agrado de sectores sociales.

Apenas cuatro periodistas muertos

El doctor Rosales, además, “perdonó la vida” al periodismo nacional, expresando que apenas conoce de cuatro asesinatos de periodistas, uno de ellos lo llamó de bala saltarina, y de Guadamuz no sabe quién lo mató.

En la entrevista, Rosales sentó cátedra de cómo la mujer puede poner el entorno para ser violada, y específicamente, cuando anda de “parranda”, apenas sería una media violación, como la sentencia para Farinton que no saldrá medio libre, sino libre del todo.

El magistrado señaló a los medios como presionando para sentencias, lo que rechazó con un énfasis tal, que hubiera tenido mejor causa cuando el acatamiento partidario lo hizo redactar un fallo declarando inconstitucional la Constitución, para que el presidente Ortega pudiera optar a reelegirse.



Medio violó

Rosales reconoció que la sentencia carece de claridad en cuanto a determinar si el acusado realmente es inocente o culpable de los delitos imputados, pero que el fallo trata de establecer “una proporcionalidad en el grado de responsabilidad penal del sujeto y la permisibilidad de la víctima”.

Fátima Hernández Canda acusó a Reyes Larios de haberla violado en 2009. El caso se llevó a juicio en 2010, y en primera instancia se dictó sentencia de ocho años.

Según el análisis de Rosales, la “supuesta víctima” no dijo toda la verdad, y “en esta historia parece que había tres ciudadanos, y no solo dos, pero los otros no fueron acusados, entonces es ahí donde está el tema de reflexión; pero el fondo no es lo que digan los testigos, el fondo es cómo se dicta una sentencia”.



Violó inducido

Dijo que previo a la sentencia, hubo “presión sistemática” de la sociedad civil y de los medios de comunicación, a los que criticó de “querer dictar sentencia”. Rosales calificó la sentencia que fue proyectada por su colega Juana Méndez, como “salomónica”, al destacar que tanto “la responsabilidad del sujeto causante de delito” como “la permisibilidad de la víctima”, fueron elementos que se tomaron en cuenta.



El entorno condena a la mujer ser violada

“El término legítimo de violación es violencia física y síquica (…) pero si vos andás paseando, si andás parrandeando y voluntariamente vas a un lugar, difícilmente podes decir que hubo efectivamente un nivel de violencia”, justificó.

El magistrado reconoció que el veredicto ha sido difícil de conciliar entre las partes y grupos de la sociedad civil que demandaban apoyo a Fátima: “Es muy difícil en una sentencia conciliar ese equilibrio absoluto, por eso es que esta sentencia va seguir siendo cuestionada”.



Solo acepta presiones partidarias

Desviando el enfoque sobre la sentencia, y achacando a los medios una responsabilidad propia de la CSJ, Rosales señaló que el problema de fondo es: “¿Pueden los medios y las organizaciones de la sociedad civil seguir actuando como están actuando y seguir dictando sentencia? ¿O tiene la libertad el juez para interpretar y aplicar la ley correctamente y sustraerse de esa presión?”.

No obstante, reconoció que el fallo debía ser, a su criterio, un poco más claro en cuanto a la responsabilidad de las partes: “¿Se tiene que determinar en algún momento con claridad, si es inocente o culpable? Me parece que en este caso si debería ser así, se es inocente o se es culpable”.



¿Debía haber más periodistas muertos aquí?

Acto seguido, rechazó que en el país haya presión o violencia contra los medios de comunicación, y dijo que en sus 66 años de vida, “solamente” cuatro periodistas han muerto, en comparación con otros países como México y Honduras, donde hay cifras más abultadas.



¿Guadamuz? No se sabe quién lo mató

“En los 66 años de vida solamente han muerto cuatro periodistas, Pedro Joaquín Chamorro y Bill Stewart, luego la de la bala saltarina (María José Bravo) y Carlos Guadamuz”, de quien dijo que no estaba claro si era un crimen político o una “pasada de cuenta” de algún adversario de los muchos que dijo que podía tener.

Luego, respecto al anuncio del presidente Daniel Ortega de ratificar a la jefa de la Policía Nacional, Aminta Granera, dijo que la ley lo facultaba para ello y que, además, “Aminta se merece el cargo”.

Rosales señaló que la "ratificación" de Granera en la celebración del 32 Aniversario de la Revolución Sandinista no tiene validez alguna mientras no se emita un decreto presidencial. "Hasta ahora lo único que hay es el discurso que él dio, pero no hay un ningún decreto que diga que se ha hecho", explicó.

¿Y la ilegal prolongación de mandatos?

Señaló que la Constitución Política de Nicaragua delimita las funciones del presidente. "En principio, la Constitución tiene una delimitación de funciones del Presidente de la República, por eso es que la Constitución organiza los poderes".

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