jueves, 28 de julio de 2011

La policía noruega tenía orden de disparar a matar a Breivik para neutralizarlo


Oslo 28/07/2011
La policía tenía orden de disparar, incluso a matar, al autor confeso del doble atentado en Noruega, que se cobró 76 vidas el pasado viernes, para neutralizarlo y poder detenerlo, según informa hoy la agencia noruega NTB. Fuentes de las fuerzas de seguridad aseguran que los efectivos de la unidad de elite que acudió a la isla de Utoya -donde Anders Behring Breivik había abierto fuego contra decenas de participantes en un campamento de las juventudes socialdemócratas- llegaron a apuntar con sus armas al autor de la masacre. No obstante, la orden de disparar fue anulada en el último minuto, después de que uno de los policías se asegurara de que Breivik estaba desarmado.
El hecho de que el autor de la matanza, que se acercó a las fuerzas de seguridad con las manos en alto, no portara ningún explosivo adosado al cuerpo, también fue determinante para retirar la orden, señaló la policía. La agencia NTB agrega, además, que poco después de su detención Breivik trató de "negociar" con la policía. Antes de que las fuerzas de seguridad lo trasladaran a la central en Oslo, el autor del doble atentado estuvo retenido varias horas en una casa en la pequeña isla.

Esa revelación se produce después de que la labor policial haya sido puesta en tela de juicio desde el mismo día de los atentados. Muchos siguen sin entender cómo los agentes tardaron una hora en llegar a la isla de Utoya, donde los jóvenes eran abatidos indiscriminadamente por las balas de Breivik. Un portavoz policial ha asegurado que si llegaron tarde fue porque no tenían un barco con la capacidad necesaria para transportar al equipo capaz de enfrentarse al terrorista.

Tampoco pudieron hacer uso de los helicópteros, según relató el jefe de la policía, Sveinung Sponheim, porque la base de los helicópteros se encuentra al sur del país. Como muestran las imágenes publicadas estos días, los helicópteros de algunos medios de comunicación llegaron a Utoya cuando la masacre todavía se estaba produciendo. Los agentes tardaron luego 20 minutos en reducir al terrorista. Además, el número de muertos ha variado significativamente. La cifra total de 93, que parecía definitiva, ha sido rebajada a 76. Según el jefe de la policía, esa revisión se debe a que se ha estado trabajando en "circunstancias difíciles".

Por último, el hecho de que la explosión se produjera en la calle donde está la oficina del primer ministro y la facilidad con la que el terrorista burló los controles han sembrado en muchos la idea de que es necesario cambiar.

Mientras, se van conociendo nuevos detalles sobre el futuro de Breivik. El año que viene comenzará el juicio que se seguirá contra él, según ha informado hoy el fiscal general noruego, Tor-Aksel Busch, que ha asegurado que el caso es tan amplio que elaborar el sumario llevará bastante tiempo, por lo que la acusación podrá ser formulada "como muy pronto a finales del año que viene".

También hoy se ha conocido que la policía ha finalizado la búsqueda de cadáveres en la isla de Utoya, según informa el periódico Drammens Tidende. Esta tarde habrá una nueva lista de las víctimas mortales confirmadas, según han avanzado las autoridades policiales de Oslo en una rueda de prensa. Han añadido que Breivik permanece aislado y solo mantiene contacto con su abogado.

Por otra parte, el diario Aftenposten informa de que la policía ya había identificado a Breivik incluso antes del tiroteo como el autor del atentado con coche bomba en el distrito gubernamental de Oslo, que dejó ocho muertos, gracias a las cámaras de vigilancia.

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