martes, 26 de julio de 2011

Convenios colectivos se “comen” Enacal


Para inicios de año 2011, a Justo Mejía, quien vive de la terminal de buses tres cuadras al sur, en el barrio Camilo Ortega, los problemas por falta de agua se le agudizaron y tuvo que pasar 15 días sin el servicio.

“Lo que conocimos es que hubo un problema con el pozo de distribución que abastece el barrio. Pasó buen tiempo para que Enacal (Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados) lo reparara y por eso todo el barrio Camilo Ortega tuvo problemas por la falta de agua”, afirmó Mejía.

Una situación parecida vivieron pobladores de aproximadamente 42 barrios de la capital en ese momento, escenario que reveló la problemática administrativa en que se encuentra Enacal.

Para remediar la situación Enacal decidió poner en práctica un plan de contingencia para paliar la situación y llevar agua al menos por seis horas a los barrios afectados como el Camilo Ortega.

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Según los pobladores, el problema más agudo se vivió en la zona “alta” de los barrios de Managua, ubicada entre San Judas y Camilo Ortega, donde la población se vio obligada a depender del abastecimiento que se hacía con las pipas de Enacal. Otros recorrieron hasta un kilómetro a la zona conocida como “La Antena” y ahí llenar sus baldes con agua.

Luisa Guardado, que habita en este lugar, explicó que como a ellos les llegaba el agua unas pocas horas en la mañana, se solidarizaban con sus vecinos de los barrios aledaños que no tenían agua.

Francisco Montoya, poblador del Camilo Ortega, relató que él y sus hijos recorrían unas diez cuadras hasta la zona donde había agua en esos días, haciendo 12 viajes por día.

LA CRISIS FINANCIERA DE ENACAL

A la fecha, la situación no ha mejorado mucho en estos 42 barrios afectados que ahora reciben el servicio de agua por seis horas máximo.

La falta de presupuesto para ejecutar obras de inversión en nuevos sistemas de bombeo, es una de las razones que las autoridades de la empresa aguadora argumentaron, sin ofrecer mayores detalles, aunque les fue solicitada una entrevista con las autoridades de la empresa, pera nunca la dieron. LA PRENSA insistió por más de dos semanas, con Maritza Tellería, directora de Relaciones Públicas de Enacal, pero no respondió a nuestra solicitud.

La autoridades de la empresa manejan todo con hermetismo, no revelaron de cuánto es el déficit económico que aparentemente tiene la empresa. Tampoco se pudo constatar información en el sitio web que tiene en línea.

Representantes de los sindicatos independientes de Enacal revelaron recientemente que las razones por la cual la empresa mantiene estos problemas financieros son otras y citaron la fuga de capital, que ha significado la firma de dos convenios colectivos, que superan los 200 millones de córdobas anuales.

Entre estos figura el convenio suscrito para beneficiar a un mil 500 trabajadores de la Empresa Resguardo de los Sistemas de Agua (Emprosa) que también resulta oneroso para la empresa.

“Por citar un ejemplo, los pagos para depreciaciones de motocicletas pueden llegar hasta a diez mil córdobas mensuales. Curiosamente los beneficiados son una minoría de trabajadores recientemente contratados”, dijo uno de los sindicalistas, que prefirió el anonimato.

Los dirigentes sindicales han coincidido que la problemática de la empresa es alarmante, dado que existen problemas para la cancelación de la planilla salarial, atrasos en la colecta (pago de facturas) a lo que suma la falta de inversión en proyectos de agua y saneamiento que están atrasados.

Enacal como institución, ya había ratificado en el año 2010 un convenio colectivo para beneficiar a la mayoría de trabajadores (tres mil de tres mil 600 en total que tiene la empresa) por un monto de 150 millones de córdobas anuales, según otras fuentes del sector sindical.

“Siempre se dijo que el convenio colectivo ratificado para la mayoría de trabajadores era una carga muy grande para Enacal. Es por ello que se aplicaron medidas para reducir los beneficios en la administración de Ruth Selma Herrera, pero ahora se decidió aprobar otro convenio para una minoría de trabajadores que fueron contratados hace menos de dos años, todo por mantener una postura política determinada afín al Gobierno y lograr que los trabajadores estén alineados y no critiquen a quienes están al frente de esta empresa”, dijo otra fuente consultada, que prefirió el anonimato.


OBEDIENCIA PARTIDARIA

Alejandro Prado, dirigente sindical independiente, explicó que en la empresa desde que asumieron las nuevas autoridades, se viene aplicando un principio básico que es la “regresividad y el beneficio en materia laboral” a cambio del “lineamiento político” de los mismos trabajadores.

El sindicalista admitió que la empresa presenta problemas de iliquidez financiera y el actual presidente ejecutivo Ervin Barreda, no ha presentado una evaluación financiera de la empresa de forma pública.

Dijo que se han aplicado medidas como reducciones de las cuotas de combustibles asignadas a las cuadrillas de trabajo que atienden las emergencias, pero se destina lo necesario (recursos económicos) para mantener a los trabajadores contentos.

“Podríamos decir que la empresa está en saldo rojo, no hay un buen manejo financiero. Hay crisis con el combustible que se entrega a las cuadrillas de trabajo. Se redujo un 40 por ciento las operaciones para atender emergencias. No han podido superar las crisis por desabastecimiento de agua en los barrios, las redes de alcantarillados sanitarios colapsan a cada momento y nuevamente hay problemas con la planta de tratamiento de aguas residuales, la cual está funcionando a menor capacidad, porque no hay un plan de inversiones para reparar las (cuatro) estaciones de rebombeo que se dañaron desde el año pasado, con las crecidas del lago de Managua”, especificó.

Prado reveló que a la fecha, la empresa mantiene el abastecimiento de agua en una mayoría de barrios de la capital por medio de cisternas, las cuales son del Ejército de Nicaragua, Empresa Portuaria Nacional y algunas de Enacal.

“El personal bien capacitado de la empresa fue poco a poco desplazado por personal que entró con el Gobierno, que está ahí por influencia política. No hay gente capacitada que sepa manejar los sistemas de bombeo y por ello se dan muchos problemas en la aguadora”, agregó.

MILITARES MANDAN EN ENACAL





Otras fuentes ligadas al sector sindical que se consultaron y prefirieron el anonimato, manifestaron que dentro de la empresa no existe en estos momentos una política de “ahorro” referida a los salarios que se paga a funcionarios de la empresa que desempeñan cargos administrativos.



La fuente consultada indicó que a pesar que recientemente el Gobierno nombró a Ervin Barreda, como presidente Ejecutivo de Enacal, quienes en realidad dirigen la empresa son cinco ex coroneles retirados del Ejército de Nicaragua, a quienes se les paga “buenos” salarios.



Según la fuente, quien dirige la empresa a lo interno es el excoronel, Denis Porfirio Paiz Tercero, que ocupa el cargo de director administrativo financiero y tiene un salario de 58 mil córdobas.



También Javier Martínez Espinoza, excoronel de infantería, ocupa el puesto de director administrativo y tiene un salario de 38 mil córdobas; el excoronel, Jorge Alberto Pérez Conde, que es jefe de seguridad interna y tiene un salario de 35 mil córdobas.



Excoronel, Octavio Javier Aragón Caldera, que es director financiero y tiene un salario de 45 mil córdobas; excoronel, Porfirio Javier Padilla Villalobos, que es director de informática y tiene una salario de 38 mil córdobas y Eliseo Moreno, quien está activo en el ejército y tiene una licencia para trabajar en Enacal y administrar la empresa de vigilancia Emprosa, con un salario de 38 mil córdobas.



“El problema no es que sean exmilitares, sino que tienes un remanente de lo que quiso hacer Evert Alemán (exmilitar que dirigió Enacal, por dos semanas), que estuvo al frente de la empresa por poco tiempo pero en ese periodo prácticamente militarizó la empresa y reprimió a los trabajadores. No dudo que sean personas capacitadas, pero es personal retirado que no están claro de cómo funciona esta empresa, centralizan la información y complican el desarrollo operativo de la empresa”, agregó la fuente.



Recientemente la Asamblea Nacional aprobó en el Presupuesto General de la república 340 millones de córdobas a Enacal, para pagar deudas por facturas de energía acumuladas, que venía recogiendo la aguadora con Gas Natural—Fenosa, dinero que cubrió deudas hasta el año 2010. Alejandro Prado, dirigente sindical, señaló que a pesar de este alivio, las autoridades que dirigen la empresa, reafirman que existe una crisis financiera fuerte.

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