domingo, 17 de julio de 2011

“Chocolatito” demolió a salado


Román “Chocolatito” González volvió a ofrecer una contundente y brillante exhibición boxística, mientras despachaba en siete asaltos al mexicano Omar Salado, para retener su corona mundial minimosca de la AMB
En una velada realizada anoche en Cancún, Quintana Roo, el pugilista nicaragüense demolió insistentemente a su adversario, al extremo de tumbarlo dos veces en el primer asalto y una vez más en el séptimo, cuando acabó el combate.

González apretó fuerte el acelerador desde el principio y mediante combinaciones prolongadas de ganchos y upper cuts puso mal al mexicano, quien se fue al piso con una contente izquierda.
Ganó Osejo
Mientras Juan Manuel Márquez noqueaba en el primer asalto al excampeón mundial colombiano Likar Ramos, el pinolero Eusebio Osejo venció por decisión dividida en 10 asaltos al bravo mexicano Miguel “Diablito” García, con puntos de 99-81 para Osejo; 97-93 para García y 99-82 para Osejo.
Fue una decisión dividida, a pesar que la faena del nica apuntaba hacia un triunfo de forma unánime.

Osejo mejoró su marca a 20-9-2 y siete nocauts, mientras García quedó con marca de 10-16 y 5 éxitos antes del límite.

Y antes que pudiera recuperar el equilibrio, Román lo volvió a mandar a la lona con un golpe ascendente que por poco le desprende la cabeza.

Pero Salado no se rindió y con más que coraje que boxeo se mantuvo en pie, soportando el infernal castigo del nica, quien lo volvió una calamidad ambulante.

El dominio del nica persistió en todo momento, y volvió a acelerar en el tercero, cuando lo castigó al cuerpo y en la cabeza, para establecer diferencias más claras.

Salado pareció a punto de desplomarse en diversos momentos, pero resistió el castigo del “Chocolate” que se prolongó a través de cada asalto, hasta desembocar en el séptimo, cuando ya no tuvo capacidad de respuesta.

Fue entonces cuando a los 48 segundos del séptimo, y tras ver cómo Salado era abrumado por el consistente golpeo de González, que el réferi panameño Julio Alvarado le puso fin al combate.

La superioridad de Román fue abrumadora. Se le vio combinar bien, moverse con elegancia y disparar con puntería y sin abrirse mucho, a diferencia de presentaciones anteriores.

Salvo una amonestación por golpe bajo y una que otra exposición en su afán de acabar el combate, González volvió a lucir magnífico en su presentación anoche.

Su boxeo es tan preciso y su golpeo tan poderoso, que hace deslucir a sus oponentes y los empequeñece, al extremo de creer que son “paquetes”, pero Salado ha tenido su recorrido respetable.

Ha llegado el momento de saltar al siguiente nivel.

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