La posible reforma al Código de la Niñez y la Adolescencia, principalmente a las penas estipuladas para los menores de edad que cometen delitos, genera posiciones encontradas entre los diversos sectores del Estado nicaragüense, pero al final concluyen que en Nicaragua urge la implementación de políticas sociales que trascienda incluso el ámbito escolar y familiar de la niñez y la adolescencia.
Actualmente la comunidad universitaria está recolectando firmas para introducir en el parlamento una propuesta de reforma al Código de la Niñez.
Dicha propuesta de reforma se da tras la muerte del joven universitario Evans Omar Ponce, de 21 años, quien falleció el pasado 13 de mayo cuando un grupo de adolescentes intentó robarle su teléfono celular.
Para María Jesús Gómez, secretaria ejecutiva de la Coordinadora de la Niñez (Codeni), el aumento en hechos delictivos ejecutados por menores de 16 años se debe a la carencia de políticas públicas que disminuyan el hecho de que más niños estén fuera del sistema escolar o que haya más niños que sufran violencia en su familia y en su entorno.
No obstante, el diputado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), José Pallais, presidente de la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional, plantea que en el país urge una revisión de los castigos establecidos para los adolescentes involucrados en delitos.
Valoración para los acusados
- Sin mucho despliegue policial ni represalias se realizó ayer en la clínica forense de los juzgados la valoración biosicosocial de tres de los seis señalados en el crimen del universitario de la UNI.
A los otros tres se le realizará este mismo estudio social hoy y con esto se abre a prueba las causas y en los próximos cinco días el judicial de adolescentes deberá notificar la fecha de audiencia de juicio a los que considere para el caso. Mientras esto se realizaba ayer en los juzgados, desde las 10:00 a.m. los estudiantes de la UNI y otras universidades paralizaron varios tramos de la capital exigiendo justicia por la muerte de Evans Omar Ponce, de 21 años, quien en diciembre se graduaría como arquitecto. En las afueras de los juzgados, costado este, estuvo un nutrido grupo de estudiantes que no dejó de estallar morteros, escuchando música testimonial y proclamando discursos de concienciación, invitando a la población a unirse en futuras marchas para que haya condena y pena máxima para los detenidos. Docentes, estudiantes y líderes de UNEN exigirán reforma al Código de la Niñez y Adolescencia y exigirán que la pena máxima para los adolescentes no sea de seis años de cárcel sino de 15, igual que en el resto de países latinoamericanos, donde también se castiga a los adolescentes involucrados en crímenes. En el plantón de los juzgados también hubo vecinos de la víctima lanzando morteros. “A los universitarios no se toca. Vivan los estudiantes, viva la autonomía universitaria”, eran las consignas. Los universitarios se retiraron de los juzgados a las 12:00 del mediodía
AUMENTAR PENA A UNOS 15 AÑOS
Según el parlamentario, es necesario aumentar la pena máxima por lo menos a 15 años y así evitar la manipulación que algunos adultos han hecho con el Código de la Niñez y la Adolescencia.
El artículo 202 del Código de la Niñez y la Adolescencia establece que el juez Penal de Distrito del Adolescente podrá ordenar la privación de libertad partiendo del mínimo establecido como pena de privación de libertad en la legislación penal respecto a cada delito. En ningún caso la medida podrá exceder los seis años.
“Una pena máxima de seis años no incide de forma positiva en la disminución del delito porque los adolescentes más bien se burlan de la sanción. Una revisión de las penas es necesaria para reducir el delito violento. Hay un sentimiento de impunidad y se ha abusado. Muchos adultos que conocen de esta circunstancia instan a los adolescentes a delinquir en beneficio de ellos. Es una situación que escandaliza. Es una promoción de la impunidad”, dijo Pallais.
Por otro lado, Gómez descarta que con el aumento de las penas se consiga disminuir los delitos violentos ejecutados por adolescentes.
“Esto (delitos cometidos por menores de 16 años) no es más que el reflejo de una ausencia escolar, problemas de violencia intrafamiliar y reflejo del entorno. Solo se están viendo los efectos, pero no se están viendo las causas que generan estos actos”, señaló Gómez.
Ayer un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) paralizó el tráfico en un tramo de la Pista Juan Pablo II entre la Universidad Centroamericana (UCA) y los semáforos de Enel Central, para exigir a los diputados de la Asamblea Nacional una reforma al Código de la Niñez y la Adolescencia, tras la muerte del joven universitario Ponce.
Ponce, quien era estudiante del último año de la carrera de Arquitectura, murió de una cuchillada en el estómago cuando seis delincuentes lo asaltaron la tarde del pasado 13 de mayo, al momento en que salía de la UNI. La víctima iba en compañía de dos compañeros más, quienes escaparon al observar a los asaltantes.
Los estudiantes piden que los involucrados en el crimen sean juzgados como adultos y que el Código de la Niñez no sea el pretexto para amparar a peligrosos delincuentes.
PIDEN PRESENCIA POLICIAL
Los universitarios también solicitan a la Policía Nacional mayor presencia en las vías cercanas a las universidades, pues según dirigentes de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), en la UNI cada día se registran entre siete y diez asaltos y los agentes policiales brillan por su ausencia, pese a la cercanía de la sede nacional policial.
Por ahora, los estudiantes diseñan un plan de protestas para conseguir que la muerte de Ponce no quede impune. A esta iniciativa se unirán otras universidades de Managua, Estelí, Carazo y Matagalpa.
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