Policía investiga presunto plagio de nica

MANAGUA y CHINANDEGA
La directora de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera, confirmó ayer que se coordinan con la Policía Internacional y con la Policía Federal de México, a fin de obtener apoyo de esas instituciones homólogas en el caso de un joven chinandegano presuntamente plagiado por el grupo mexicano de los Zetas, vinculado al crimen organizado.
La jefa policial confirmó que el pasado lunes recibieron la denuncia en la delegación policial de Chinandega.
Granera prefirió no ahondar en el tema, pues hasta el momento no tienen avances que puedan hacer público sobre las coordinaciones alcanzadas con la Interpol y la Policía Federal de México.
La jefa policial confirmó que la denuncia la presentó la madre del joven y que la persona que llamó telefónicamente exigiendo el rescate tenía acento mexicano.Familiares del joven en Chinandega aseguraron que después de cuatro llamadas telefónicas que han recibido, los plagiarios han rebajado el monto por el rescate de 10 mil dólares a US$4,000.
Presuntamente el muchacho estaría cautivo en el estado de San Luis, Potosí, México, y los plagiarios le han exigido al padre que deposite el rescate en una entidad bancaria, la que determinarán una vez que consigan el dinero. La familia del muchacho es de escasos recursos económicos.
El vecindario está inquieto después de conocer la situación del joven y, desde entonces, han elevado plegarias a Dios.
La Policía Nacional ya tiene registrado el número telefónico que han utilizado los plagiarios para exigir el rescate. El número ha quedado reflejado en un celular que recibió las llamadas.
La familia del muchacho ha llamado a la Cancillería de Nicaragua, donde les han explicado que mantienen contacto con las autoridades de México.



El padre del joven sostuvo que su hijo sólo quería cruzar a los Estados Unidos en busca de trabajo.
La primera comisionada Granera recordó que éste no es el primer caso que el crimen organizado afecta a un nicaragüense. Recordó a los 15 nicas asesinados y quemados en un bus en Guatemala en noviembre de 2008.