viernes, 24 de septiembre de 2010

Hugo Chávez enfrenta las elecciones más difíciles


Caracas, Venezuela
Hugo Chávez, campeón electoral de América Latina, se enfrenta el próximo domingo a sus elecciones más difíciles, las que elegirán el nuevo Parlamento.
El líder de la Revolución Bolivariana ha demostrado que es casi invencible en las urnas: de las doce elecciones o referendos en Venezuela desde 1998, Chávez y sus aliados han resultado triunfantes en diez, han perdido una (la reforma constitucional de 2007) y ha “empatado” otra (las elecciones regionales y municipales de 2008, cuando la oposición conquistó Caracas, Maracaibo, Valencia y los grandes estados).
¿Por qué no volvería a triunfar el Goliath venezolano frente a los David de la oposición? El campo de batalla electoral es hoy muy distinto
Chávez necesita recuperar su carisma entre las clases más desfavorecidas, rentabilizar sus logros sociales y exprimir la mastodóntica maquinaria estatal de la que se sirve sin ningún recato para superar los factores nuevos que preocupan a Venezuela: la recesión económica (caída del 3.5% del PIB en lo que va de año) y la mayor inflación del continente (en torno al 35%).
Además, los escándalos de corrupción que sacuden su Gabinete (130,000 toneladas de alimentos comprados por una filial de Petróleos de Venezuela se pudrieron en contenedores cuando las tiendas estaban desabastecidas), la violencia urbana que desangra a su sociedad y la crisis energética que todavía colea. Por primera vez compite contra una oposición fuerte y unida, pese a que todavía se lame viejas heridas: en 2005 cometieron el error histórico de no presentarse a las anteriores elecciones parlamentarias.

“Huele a 2012...”

Sabedor de las dificultades, Hugo Chávez se ha lanzado a una extenuante campaña personal. Pareciera que sólo existe un candidato de su Partido Socialista Único de Venezuela, PSUV, aliado con comunistas y con los radicales de UPV.


Pocos miran a los propios candidatos, ensombrecidos por la apuesta plebiscitaria de Chávez.

En una masiva caravana ayer en el oeste de Caracas, el Presidente venezolano, apoyado por miles de sus seguidores, todos ataviados con el rojo del PSUV, se apoyó en su tradicional arenga militarista para animar a sus huestes: “Esto es sólo un aviso de lo que les vamos a dar a los escuálidos (opositores) el domingo”. Incluso Chávez fue más allá: “Vamos a demoler a la contrarrevolución, vamos a volverla polvo”.

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