viernes, 24 de septiembre de 2010

Los soldados que delataron al Mono Jojoy recibirán la recompensa de dos millones de dòlares. Santos se reúne hoy en Nueva York con Obama


La fotografía del cadáver ensangrentado del jefe militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Jorge Briceño, alias Mono Jojoy, abatido el martes en un bombardeo en la zona de La Macarena, acapara esta mañana las webs internacionales. Su difusión coincidía con las declaraciones del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en Nueva York, donde hoy tiene previsto reunirse con el presidente estadounidense, Barack Obama. La Casa Blanca ya felicitó esta madrugada a Santos por la Operación Sodoma, en la que han participado 30 aviones y 27 helicópteros, y en la que cayeron otros 20 guerrilleros.
"¡Vamos a por ustedes, no ahorraremos esfuerzo alguno y ustedes saben que nosotros sabemos cumplir!", ha exclamado Santos en un eufórico discurso emitido a la nación colombiana y grabado con anterioridad en Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de la ONU, informa Efe. El presidente colombiano tratará de estirar el éxito que supone la muerte del númeor dos de las FARC, y seguramente no hay mejor escenario que la cita de Nueva York. Santos, que casi inmediatamente de trascender la noticia valoró la operación como un éxito histórico y definió al Mono Jojoy como "el símbolo del terror", pidió a los guerrilleros que se desmovilicen y entreguen las armas.

Éxito sí, pero sin perder la mesura en la celebración. Santos ha enarbolado la bandera de la prudencia: "Esta operación es una gran victoria, pero no es hora de triunfalismos. Es el momento de seguir luchando hasta que todos los violentos entiendan que el único camino es la desmovilización y la dejación de las armas, y la dejación del terrorismo", ha manifestado.

Al referirse al jefe de las FARC muerto, cuyo cuerpo ya ha sido trasladado a Bogotá, le calificó de "símbolo de la sevicia, de la crueldad, de la inhumanidad de una organización que por casi medio siglo ha jugado con la vida y la libertad de los colombianos". Y ha añadido que "el mundo recuerda con horror las imágenes escalofriantes en las que el cabecilla terrorista humillaba a sus indefensos secuestrados recluidos en atroces campos de concentración".

"No solo Colombia se libró hoy de un verdugo, también ustedes se han librado de un verdugo que los castigaba con pena de muerte por cualquier sospecha y los mantenía presos en la oscuridad de la jungla", ha manifestado Santos en un mensaje directo a los guerrilleros de las FARC.

El presidente ha manifestado que "las FARC se están desmoronando por dentro", al informar de que "al éxito de esta operación contribuyó también gente de las propias FARC, cansada ya de tanta crueldad y del permanente asedio" de las fuerza pública.

"Colombia puede ser un país sin guerrilla, un país sin terrorismo; y lo vamos a demostrar por la razón o por la fuerza", ha concluido un Santos exultante por el éxito de la operación "Sodoma", por la que las FARC sufrieron el mayor golpe en sus más de 45 años de existencia.

Recompensa para los delatores

El Mono Jojoy presentaba una herida de gran tamaño en la frente. Aún no se ha podido determinar si su muerte ha sido debida a un disparo o a una esquirla. El jefe guerrillero, en el momento de ser abatido, iba vestido con un pantalón verde oliva y un poncho blanco y negro, y su aspecto, con la calvicie más acentuada, hizo dudar en un primer momento a los soldados de su identidad. Estos son algunos de los detalles que publica hoy el diario colombiano El Tiempo.

El ataque aéreo contra el Mono Jojoy fue ejecutado en tres fases e iba dirigido específicamente a las cuevas naturales situadas en la sierra de La Macarena donde hacía meses que se escondía el jefe guerrillero. La guarida había sido reforzada con cemento para resistir el impacto de las bombas y tenía un cinturón de seguridad de 12 campamentos con unos 400 miembros de las FARC.

Hasta 30 bombas inteligentes cayeron sobre ese refugio. Según el diario colombiano, las coordenadas habían sido entregadas por varios guerrilleros, que recibirán parte de los más de dos millones de euros que el Gobierno ofrecía por Briceño. "Nunca había oído tanto plomo", narró uno de los soldados participantes en la operación. Según fuentes de inteligencia, tres de los hombres de confianza de Jojoy estaban con él el día del bombardeo y existe una alta probabilidad de que también hayan muerto.

Según el periódico El Espectador, en el campamento destruido se han hallado 15 ordenadores y 60 memorias USB, cuyo contenido se está analizando ya.

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