domingo, 5 de septiembre de 2010

Milagro: secuestrados escapan de los Zetas


TOMADO DE LA PRENSA HONDURAS
San Pedro Sula, Honduras
“Estamos bien”, fue lo primero que dijo Rafael Quintero cuando llamó a su madre desde México. Las lágrimas invadieron el rostro de Blanca Martínez, quien no paraba de dar gracias a Dios al saber que su hijo Rafael y sus dos amigos de Gracias, Lempira, Yester y Henry, junto con un sampedrano, escaparon ayer de las garras de los Zetas. Huyeron, caminaron y se entregaron a la Policía. Cualquier cosa era mejor que seguir soportando los golpes y maltratos que durante cinco días les dieron los sanguinarios Zetas.
Ahora quieren volver lo más pronto posible. Ayer por la mañana, la Policía los entregó a Migración y ya se preparan para retornar.
Ahora, las tres familias de los gracianos que empezaron el viaje a Estados Unidos en busca de una vida mejor esperan con ansias la llegada de sus parientes.
LA PRENSA informó ayer que los jóvenes que buscaban regresar y habían hablado con el equipo de investigación del diario líder enviado a Tamaulipas habían sido secuestrados. La madre de Rafael narró que los Zetas llamaron pidiendo 10,000 dólares por liberar a su hijo.

El secuestro y el milagro

Según lo que Rafael le explicó a su madre por teléfono, habían sido secuestrados al abandonar la casa del migrante en Reynosa.
“Varios individuos los metieron en una camioneta, los vendaron y los llevaron a una casa en las afueras de Reynosa”, contó.

En ese lugar, para obtener los números telefónicos de sus familias fueron sometidos a golpes y maltratos. Las amenazas, cuenta Blanca Martínez, iban en aumento; si no daban el número, los matarían.

Los jóvenes accedieron de inmediato y los secuestradores se comunicaron con las familias.

Por cada uno les exigían 10,000 dólares, cifra que para los parientes era difícil reunir.

“Nuestro dolor era grande. No podíamos reunir el dinero que nos exigían. Yo le pedía a Dios que hiciera el milagro y mi hijo saliera bien.
Pero ellos se arriesgaron y sabrá Dios cómo hicieron para huir.

Lo que sé es que en un descuido los cuatro escaparon según me cuentan hasta que al fin llegaron hasta la Policía, donde fueron auxiliados y ahora los van a regresar a Honduras.

Esto es un verdadero milagro. No tenemos cómo agradecer y ahora les esperamos. Ya sabemos que están bien y que nos los van a devolver esta semana”, relató Blanca Martínez.

Como ella, José Luis, el hermano mayor de Yester, se reunía con ellos para planear qué hacer cuando los tres muchachos regresen.
“Es un milagro que estén con vida. Esos grupos son criminales y fue una suerte que escaparan. Aquí estamos ahora esperándolos. Ahora no dejaremos que ninguno de nuestros familiares viaje mojado”, manifestó José Luis Zelaya.

La información establece que la repatriación de los tres jóvenes gracianos y un sampedrano, a quien conocieron en la casa de tortura de los Zetas, se planea para esta semana.

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