jueves, 16 de septiembre de 2010

Jóvenes reaccionan a palabras del Cardenal


Desde la tarima enflorada, el cardenal Miguel Obando presidió el acto de celebración de la batalla de San Jacinto. Ahí flanqueaba junto a la primera dama Rosario Murillo, al presidente de la República Daniel Ortega. En su invocación religiosa llamó a la juventud a no sólo denunciar la injusticia, sino a construir un mundo mejor, según él, la crítica negativa no provoca cambios.
“Jóvenes no se limiten a denunciar la injusticia construyan alrededor suyo un mundo más justo y más fraterno, no se limiten a combatir el odio, irradien amor y traten realmente a los demás como hermanos. Si todos los jóvenes del mundo se unieran en una campaña de justicia y fraternidad, algo maravilloso sucedería, porque más vale encender una luz que maldecir a la oscuridad”, expresó Obando.
Los jóvenes que luchan
Frente al Centro Cristiano Apostólico, rodeados únicamente por el sol, seis jóvenes de la Resistencia Juvenil por la Dignidad Nacional, Rejudin, también hacían invocación a Dios, leyendo parte de la Biblia. Ahí celebraron la histórica batalla de San Jacinto y la forma del acta de la independencia, con un ayuno de 48 horas.
Pablo Marinieris, señala al Cardenal que a través de los hechos es que se conocen a las personas y que ellos con la lucha pacífica encienden una luz para llamar a los políticos de todas las tendencias a que velen por las necesidades de la gente y que no mantengan un país dividido.


“Por los hechos
los conoceréis”

Por su parte, Marvin Parrales Sánchez, quien también participó del ayuno, restó créditos al religioso para hacer ese tipo de recomendaciones porque él apoya al presidente Ortega.

“El Cardenal, se encuentra con la persona que nos está haciendo daño en el país, por eso, le decimos, por su hechos les conoceréis, cuidado se convierte en la víbora que él predicó anteriormente”, señaló Parrales Sánchez en relación a una parábola del Cardenal durante las elecciones presidenciales de 1996.

Marienieris no ve a Obando y Bravo como un líder espiritual o que, según él, fomente la libertad de la juventud. Consideró que si de religión se trata, a Dios no le gustaría que ellos callaran sus ideas.
Los hechos del gobierno
Por su parte, Erick Escobar, de la red de jóvenes Nicaragüita, considera que lo ideal es que del discurso se pase a los hechos y que el gobierno y la militancia de su partido practiquen el amor que pregonan. Señala la discriminación que hace el gobierno de las demás organizaciones juveniles a quienes Ortega calificó de “andar perdidos por no ser parte de la Juventud Sandinista”.

“Del discurso a los hechos del gobierno son otros cien pesos. No solamente es ponernos en una tarima y dejar a los estudiantes en las calles hasta las 10 de la noche, después del desfile, por culpa del comandante. Lo más factible es poner a nivel lo que decimos con lo que hablamos”, señala Escobar.

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