jueves, 16 de septiembre de 2010

“No conviene ocultar cifras ni maltratar a cooperantes”


MANAGUA
Economistas y sociólogos coinciden en que no es favorable para el país ocultar ni maquillar cifras que tengan que ver con problemas de interés social, como son las estadísticas de la mortalidad neonatal y la materna, ya que podrían influir en una disminución de la cooperación de organismos internacionales y frenar el proceso de mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos.
Además, consideran que no es conveniente dar maltrato a los cooperantes internacionales, ni utilizar las cifras como propaganda política, refiriéndose al hecho reciente con María Jesús Conde, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, que fue obligada por el Gobierno a retractarse cuando aseguró que la mortalidad neonatal (menores de 28 días de nacidos) había incrementado de 15 a 16 por cada mil nacidos en el país, y después la sacaron del país.
“La cifra te da el grado de pobreza, desarrollo y limitaciones que enfrenta el país. Sobre todo en Nicaragua, que tenemos gran cantidad de nacimientos no registrados, por ejemplo, en la zona Caribe. Por eso, tener cifras exactas ayuda a realizar programas y planes de desarrollo, salud, educación, asistencia técnica en la zona; en fin, para muchas decisiones internas, pero también para decisiones de cooperación internacional”, explicó el sociólogo Cirilo Otero.
Cooperantes retiran ayuda
“La cooperación internacional decide el monto o destina ayuda cuando tiene cifras exactas. Ocultar cifras es desaprovechar la cooperación internacional por querer aparentar que estamos bien”, dijo Otero.

El investigador de temas sociales continuó diciendo que “si vos como Gobierno ocultás o maquillás cifras, la cooperación internacional sabe que estás bien y que podés manejar la situación y no nos consideran en emergencia. Eso hace que destinen esa ayuda hacia otro país donde ellos consideren que sí la necesitan”.

“Con las cifras no hay que andar jugando, hay que ser concreto y directo y no aparentar que estamos normal”, reiteró Otero.

Un ejemplo reciente de retiro de cooperación, según el sociólogo, es el de Suecia, quien el año pasado retiró su ayuda porque consideró que tenemos un mejor Producto Interno Bruto (PIB) o riqueza del país y decidió irse a otro país. Ahí se perdieron unos 70 millones de dólares de ayuda bilateral y 115 millones de dólares de apoyo presupuestario.

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