Autoridades del gobierno de Nicaragua prácticamente descartaron hoy cualquier tipo de intervención directa en el conflicto del movimiento de productores y comerciantes del Norte, conocidos como los “No Pago”, quienes retomaron sus protestas para exigir una nueva renegociación de sus adeudos con las microfinancieras y los bancos.
El presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Antenor Rosales Bolaños, y el vicepresidente de la República, Jaime Morales Carazo, expresaron que la posición como Gobierno es que las renegociaciones de las deudas debe ser de manera bilateral entre cada productor y comerciante moroso con su acreedor, es decir con las microfinancieras y los bancos donde obtuvieron el préstamo.
Durante una entrevista al canal 13, Rosales afirmó que como autoridad se apoya la posición expresada por la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), en que “se debe negociar con cada uno de los deudores” y no una negociación grupal, como es pretendida por los líderes de los “No Pago”.
Rosales reprochó las afectaciones a la producción causadas por las interrupciones de varias zonas productivas por las protestas del grupo de mororos.
Por su parte, el vicepresidente de la República, aseguró que no puede esperarse que el Gobierno compre la deuda de los morosos, y dijo esperar que la Policía Nacional cumpla con la ley y garantice la libre circulación de las zonas donde los “No Pago” las han interrumpido.
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