domingo, 26 de junio de 2011
Moratinos y el brasileño Graziano se disputarán la votación final de la FAO
Miguel Ángel Moratinos afronta este domingo en la imponente sede romana de la FAO (siglas en inglés para Organización para la Agricultura y la Alimentación) el desafío de convertirse en el nuevo director general del organismo de Naciones Unidas. De salir elegido por los casi 190 países miembros, el exministro de Exteriores se convertiría en el primer español en presidir este organismo.
Ya ha finalizado la primera ronda de votaciones, de las cinco previstas si ningún candidato obtiene antes la mayoría absoluta. El brasileño Graziano, principal rival de Moratinos, ha obtenido 77 votos, el exministro español 72, el austiaco Fischler, 10, Abdul Latif Rasih de Irak ha obtenido 6 y Mohammad Saeid Noori de Irán, 2. Tras esta primera votación cuatro de los seis candidatos han decidido retirarse y el próximo director de la FAO será Miguel Ángel Moratinos o José Graziano da Silva.
Al término de esta votación el Miguel Ángel Moratinos ha asegurado a El País sentirse optimista ya que espera contar con los votos de "las delegaciones europea, árabe y asiática". Sin embargo poco después, el grupo de los 77 países no alineados ha decidido no votar en bloque al candidato español. Irán e Indonesia optarán por el brasileño Graziano.
Resultado imprevisible
Antes del inicio de la ronda de votaciones. El brasileño partía con el apoyo del bloque regional latinoamericano, salvo México, que anunció su voto al candidato español, y el favor a los países lusófonos de África. El candidato brasileño, el más aplaudido durante su intervención de ayer para defender su candidatura, fue ministro en el Gobierno de Lula da Silva e impulsor del programa Hambre Cero, que consiguió reducir en 30 millones el número de pensonas que sufren hambre en Brasil. Graziano también ha ocupado dentro de la FAO el puesto de responsable para América Latina. La delegación brasileña es la que más se ha empleado a fondo durante los días previos a la votación. Ha enviado un amplio equipo diplomático y ha ofrecido ya acuerdos comerciales en el caso de que Graziano salga elegido.
El sistema de votación de la FAO hacía difícil establecer pronósticos antes del comienzo de las rondas de votaciones. En cada una hay un voto de tanteo y otro real, y cada turno sirve para eliminar a un candidato. Pero el proceso se interrumpe en el momento en que uno de ellos alcance la mayoría absoluta (90 votos). El sufragio es, además, secreto y vale tanto el voto de Tonga, uno de los países visitados por Moratinos, como el de EE UU o China.
La desventaja de Moratinos
Algunas fuentes acreditadas ante la ONU consideran, en todo caso, que Moratinos puede hacerse con la victoria final si consigue superar el primer corte. Si el candidato brasileño no lograra la victoria en esa primera vuelta por mayoría absoluta, Moratinos tendrá entonces "muchas posibilidades de ganar a Graziano", dice un embajador latinoamericano que prefiere mantenerse anónimo. En ese caso, contará más el peso de los grandes países. La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, ha tenido palabras de elogio para Moratinos, pero ha evitado revelar en público el sentido de su voto. China tampoco lo ha hecho.
El Gobierno cuenta con que, una vez eliminado el austriaco Fischler, Moratinos concentrará el voto europeo y lo mismo sucederá con el voto árabe si caen los candidatos de Indonesia (Indroyono Soesilo), Irán (Mohammad Saeid Noori Naeini) e Irak (Abdul Latif Rashid).
Las bazas de Moratinos son su dilatada experiencia diplomática, su apuesta por la inclusión de la FAO entre las grandes instituciones de la gobernanza mundial y la propuesta de nuevas formas de financiación. La delegación española asegura que Morartinos tiene asegurados para la primera votación entre 70-75 votos.
El exministro estará arropado por la ministra de Medio Rural, Ambiente y Marino, Rosa Aguilar, y la de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez. Además, ha viajado a Roma la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. Su equipo ha estado formado por tres diplomáticos, una secretaria y un funcionario de Agricultura; así como un Falcon del Grupo 45 de la Fuerza Aérea para algunos desplazamientos.
La FAO tiene un presupuesto para este año de 1.555 millones de euros, el 45% procede de las cuotas aportadas por los países miembros, y el resto son contribuciones voluntarias. El nuevo director deberá renovar a fondo un organismo elefantiásico, que tiene 3.600 empleados y que en este momento invierte en personal cerca del 70% de sus fondos.
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