El Embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Robert Callahan, dijo ayer que la sede diplomática no respondería sobre el proceso judicial que se libra en cortes estadounidenses contra el diputado nicaragüense ante el Parlamento Centroamericano (Parlacén), Alejandro Solórzano Morales, luego de que un juez federal de Estados Unidos le negara la libertad bajo fianza, en un caso donde se le acusa de lavado de dinero y de otros delitos.
El diplomático dijo que al tratarse de un caso judicial y no diplomático, la embajada no respondería preguntas de las autoridades nicaragüenses al respecto, porque corresponde al Departamento de Justicia tales acciones.
Callahan señaló que el sistema judicial de Estados Unidos establece la presunción de inocencia a los imputados de delitos, y criticó que “no es justo ni correcto” que personajes políticos de Nicaragua manipulen con motivos políticos y electoreros, el estado judicial del legislador detenido.
Lavado de dinero y asociación ilícita para cometer fraude con comunicaciones electrónicas son los cargos que deberá enfrentar el legislador Solórzano, según anunció esta semana el juez Edward Roybal, de una corte de Los Ángeles, California.
Solórzano Morales fue arrestado el domingo anterior en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, cuando salía de un avión procedente de Guatemala, de acuerdo con el FBI y con documentos presentados en Corte.
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