DISCURSO DEL PROFER HECTOR DARIA PASTORA PRONUNCIADO EN EL RESTAURANTE LOS RANCHOS DE LA CIUDAD DE MIAMI CON MOTIVO DE LAS FIESTAS PATRIAS
Hon. Cuerpo Consular de Centroamérica
Honorables autoridades del Condado de Miami Dade
Presidentes y miembros de Instituciones de servicio, profesionales, culturales y cívicas
Amigos Periodistas, Señoras Señores:
Ya las emotivas palabras de bienvenida y apertura del Lic. Mario J. Sacasa, ex Cónsul General de Nicaragua y Presidente de la Cámara de Comercio Nicaragüense Americana, han expresado la razón y trascendencia de este convivio conmemorativo.
Tócame a mi hacer la salutación cívica de los hechos notables de nuestra historia, con la brevedad protocolaria y natural cortesía que amerita esta emblemática convocatoria.
Antes del corpus de mi mensaje, permitidme saludar a las banderas de los Estados Unidos y Nicaragua, con el verso final del poema Pax de nuestra vate universal Rubén Darío, composición leída por el Poeta en la Universidad de Columbia de Nueva York el 4 de Febrero de 1915: “ The Star Spangled Banner, con el blanco y Azul”
Junta con espíritu y visión profética los pabellones de esta noble Nación de los Estados Unidos, la Patria adoptiva de los exilios y la Patria original la Nicaragua natal, que lucha de nuevo por el restablecimiento de la Democracia, imperativo patriótico de conciencia y de unidad nacional.
Distinguida Concurrencia:
Epígrafe Dariano: “ Dios ahora se fija en la Tierra/ y la Patria es hechura de Dios”
Los grandes acontecimientos de la historia de Nicaragua, desde su descubrimiento el 12 de Septiembre de 1502, por el almirante Cristóbal Colon, hechos de trascendencia de la vida colonial e independiente, tienen como marco el mes de Septiembre, consagrado por decreto oficial del 21 de Agosto de 1957 a rendir tributo y homenaje a los héroes, Próceres y forjadores de la soberanía de la Patria, así como el respeto a sus símbolos que encarnan los esfuerzos, las aspiraciones y los augurios del porvenir, valores y objetivos patrióticos que hemos de salvar y rescatar.
Fecha de solemnidad es la del 15 de Septiembre de 1821, que nos recuerda la sesión incruenta y civilizada de la proclamación de la Independencia de Nicaragua, la que compartimos con las hermanas Republica de Guatemala, El Salvador, Honduras y Costa Rica, en ese entonces eran las ‘Provincias Unidas de Centroamérica acontecimiento que hoy estamos celebrando en su 189 aniversario. La separación de
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de los Estados Centroamericanos se produjo en 1838, y desde entonces la unión es uno de los altos ideales, defendida en batallas épicas como las del General Francisco Morazán, hijo ilustre de Honduras, con la prosa y lirica de Darío: “ Unión para que cesen las tempestades;/ para que venga el tiempo de las verdades” y entre otros con la Cátedra del apóstol de la unidad, Dr. Salvador Mendieta, nacido en Diriamba.
Pláceme aquí hacer una breve discreción, pero siempre alusiva al Tema, Guatemala, cuna de la Independencia, tiene como autor de su himno nacional al poeta cubano José Joaquín Palma, amigo de Darío y protector del Apóstol José Martí en su estadía en Guatemala en 1878. Sea esta mención un homenaje a la Cuba eterna de Martí, tan vinculada al exilio nicaragüense.
Y entre tantas efemérides históricas celebramos también el 154 aniversario de la memorable Batalla de San Jacinto, acontecida un 14 de Septiembre de 1856, la que corresponde a la victoria de la batalla de San Jacinto contra el filibustero William Walker, conocido esclavista del Sur de los Estados Unidos, quien pretendió dominar el territorio de Sonora México, País que hoy vive la apoteosis del bicentenario de su independencia, como lo vivirá el día de mañana 18 de Septiembre la hermana Republica de Chile, Nación de grandes sentimientos rubendarianos.
Clausuramos el mes de la Patria, evocando el nacimiento del Procer de la Independencia Lic. Miguel Larreynaga, nacido en León de Nicaragua el 29 de Septiembre de 1772, diputado de las cortes de Cádiz , considerado el alma intelectual de la emancipación del reino español , sus obras jurídicas y filosóficas aun iluminan el espíritu de América, además de su ideario ético, “ El hombre debe privarse de placeres inútiles para no pasar por la humillación de vender su independencia”
Y con ese legado de dignidad, reafirmamos que los actos cívicos son para promover la unidad nacional y no para atropellar sus sagrados símbolos, cita inevitable de desagravio, ante las irreverencias de lesa Patria del ámbito oficial de Nicaragua.
Y concluyo con el verbo del Padre del Modernismo literario hispanoamericano, que repercute en nuestro ser civilizado y civilista: “ A través de las paginas fatales de la historia/ Nuestra tierra está hecho de vigor y de gloria/ nuestra tierra está hecha para la humanidad.” Y originalmente Darío, escribió está hecha para la libertad.
Muchas Gracias
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