Honduras Con asombro era visto ayer en los pasillos del Hospital Escuela el joven Fernando Chávez, de 15 años de edad, originario de San Francisco de Becerra, Olancho.
Su caso llamó la atención debido a su significativa estatura, que se calcula arriba de los dos metros.
El joven llegó al centro asistencial acompañado de su madre Carmen Artola Lobo, quien no lo dejó solo en ningún momento.
Su progenitora asegura que su hijo nunca ha asistido a la escuela porque necesita ir a un centro de educación especial, pues tiene un pequeño retraso en su coeficiente intelectual.
Al llegar al Hospital Escuela lo atendieron en la unidad de endocrinología pediátrica para practicarle los exámenes correspondientes para determinar si su crecimiento desmedido es por problemas en la glándula de la tiroides.
La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, justo arriba de la tráquea. Esta glándula ayuda a establecer el metabolismo, la manera en la cual el cuerpo obtiene energía de los alimentos que se ingieren.
Ayer se le hizo a Fernando Chávez una radiografía en su cuello para verificar el tamaño de su glándula tiroides.
Nació grande
Artola explicó que Fernando “nació grande, no ajustó el metro para medirlo, no sé cuánto era de grande”.
El menor, al cumplir su primer mes de vida, asistió a terapias en Teletón por un problema que presentaba en sus piernas y en la mano izquierda.
Para Carmen Artola el caso de su hijo la ha preocupado siempre, pero dijo que es madre soltera y estar lejos de casa le preocupaba más, pues no podía dejar solos a sus otros tres hijos.
Carmen Artola aseguró que “somos parientes con Pepe Lobo”. Esta mujer requiere ayuda para la manutención de su hijo.
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