miércoles, 9 de febrero de 2011

Armas y licor en clases

MANAGUA

Un estudiante de tercer año de secundaria saltó la tapia que delimita el terreno del colegio Ramírez Goyena, en Managua. El propósito del joven era “esconder” una pistola hechiza que quería ingresar al centro educativo con fines desconocidos y sin que las autoridades del colegio se enteraran.

Ocho meses después de sucedido el hecho, la directora del Goyena, Hazel López, afirmó que dentro del centro hay inspectores que revisan las mochilas de los estudiantes periódicamente y sin previo aviso para evitar la portación de armas y el consumo de licor.

Estas revisiones permitieron en el 2010 descubrir que otro estudiante del colegio portaba un cuchillo con el que “haría ensalada de mangos”, según justificó a la directora en su momento.

En el colegio Maestro Gabriel, el director Ricardo Espinoza decomisó el año pasado alrededor de 20 armas cortopunzantes que los estudiantes llevaron al colegio.

Para este año, el educador espera que se reduzca la cantidad de armas decomisadas con los planes de prevención que implementarán. Entre ellos está el incluir a los jóvenes en actividades recreativas.

Aunque este problema no se extiende a todos los centros escolares, según Sergio Mercado, delegado municipal del Ministerio de Educación (Mined) en Managua, este tipo de hechos ocurre con mayor frecuencia en las escuelas situadas en barrios donde campea la delincuencia.

El colegio Benjamín Zeledón está situado sobre la pista El Recreo, en el barrio del mismo nombre, el corazón del Distrito III, uno de los más violentos de la capital.

Sin embargo, Mercado dijo que “no podemos etiquetar a los colegios más peligrosos o menos peligroso, pero sabemos que la capital es vulnerable a la violencia y lo que nos queda es buscar como prevenirla”.

LICOR Y PLEITOS

Susana Romero, directora del colegio Experimental México, situado en Bello Horizonte, dijo que los pleitos entre estudiantes son otro problema que afecta la vida estudiantil.

En el colegio Benjamín Zeledón, al menos a seis alumnos les decomisaron botellas de licor y los encontraron en estado de ebriedad, según relató la directora del centro, Jaqueline Arauz.

“Lo que se tiene que hacer es mantener las charlas de prevención, nosotros queremos que el estudiante comprenda que la escuela es para estudiar”, dijo Mercado.

El Secretario General de la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (Anden), José Antonio Zepeda señaló que “el Ministerio (de Educación) no tiene cifras de cuantas armas se decomisan o cuantas botellas de licor se quitan anualmente a los alumnos. Eso sí, sabemos que éste es un problema frecuente y el padre de familia tiene que colaborar para evitarlo”.

En muchos de los casos los colegios que reportan este tipo de incidentes con mayor frecuencia son los que se sitúan en barrios con índices delictivos.

Al estudiante que se le encuentra dentro del colegio portando armas o botellas de licor no es castigado. Según Zepeda, en ese momento se incorpora al alumno en el área de consejería escolar para conocer las razones de su comportamiento.

A finales del año pasado, el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) concluyó un diagnóstico en dos escuelas del barrio San Judas, sobre los principales factores de riesgo y problemas de inseguridad que existen alrededor de las mismas.

Las escuelas abarcadas por ese proyecto fueron La Purísima y Los Quinchos, ambas privadas, y con atención de la violencia en los niños y adolescentes, pero por estar ubicados en barrios con altos índices de criminalidad, “presentan entornos altamente peligrosos y amenazantes para la comunidad escolar”.

Los expendios de drogas que están ubicados en las cercanías de las escuelas, sobre todo con la figura de “menudeo” o “venta ambulante”, también son un entorno peligroso.

“De esta forma en callejones o calles aledañas a las principales vías se realizan las transacciones de venta y consumo de drogas ilícitas”, apunta el informe.

El estudio confirmó también que el acceso y la posesión de armas de fuego —sean hechizas, cortas o escopetas— es “alarmantemente alta”. Las armas hechizas son hechas en barrios aledaños, las armas cortas se consiguen por medio de contrabando, e incluso el informe menciona que existen grupos delincuenciales identificados que alquilan las armas a otros delincuentes para realizar los robos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario