MANAGUAEl presidente Daniel Ortega aceptó la renuncia del general de brigada en retiro, Evertz Alemán Lara, como presidente ejecutivo de Enacal, según el acuerdo presidencial 60-2011, publicado en el diario oficial La Gaceta en su edición del martes.
Alemán Lara deja la presidencia ejecutiva semanas después de su nombramiento, el 2 de febrero, debido a una fuerte crisis desata a lo interno de esa institución entre sindicatos y la dirección. Alemán Lara asumió la presidencia de Enacal en medio de un grave problema de desabastecimiento de agua en la capital, que afecta al menos a 44 barrios.
Desde que llegó a la dirección de la empresa estatal, el general en retiro señaló a trabajadores de la institución de ser los causantes del desabastecimiento de agua en Managua, al “cerrar” las válvulas de importantes pozos capitalinos como una forma de presión hacia las autoridades.
Alemán Lara acusó a una veintena de trabajadores ante los tribunales de justicia de la capital por violación de domicilio en perjuicio de la empresa estatal y por amotinamiento. Las acusaciones enfurecieron a sindicalistas de la empresa, que exigieron poner en libertad a sus compañeros. Las acusaciones fueron retiradas el 17 de febrero y los trabajadores acusados se reincorporaron a sus labores.
Esta crisis desatada en Enacal, ampliamente cubierta en los medios de comunicación, más la incapacidad de mejorar el problema del desabastecimiento de agua, habría influido en la decisión de retirar a Alemán Lara de su puesto.
El presidente Ortega nombró a través del acuerdo presidencial número 63-2011, publicado en La Gaceta del 11 de febrero, a Ervin Enrique Barreda Rodríguez, gerente general de Enacal, como nuevo administrador de esa institución.
Alejandro Prado, secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de Enacal, dijo por teléfono que Barreda es el nuevo “hombre fuerte” de la institución. El administrador ya ha mantenido reuniones con los sindicatos ligados a la FNT, pero Prado dijo que se ha negado a reunirse con los independientes.
Según Prado, dentro de Enacal se habla de las posibilidades de una reestructuración de personal que llevaría a cabo el nuevo administrador, por lo que los sindicalistas que no están ligados a la FNT temen que haya despidos “dirigidos a personas que no tengan afinidad política”.
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