Tegucigalpa, Honduras
La alegría de una fría mañana del Día del Amor y la Amistad se convirtió en una nueva pesadilla que enluta a nuestra hermana Repùblica de Honduras.
Apenas siete minutos faltaban para que el avión de Central American Airways, modelo LET L-410 NT 20, aterrizara en la capital y llevara a buen puerto a sus 14 viajeros que con mucha ilusión se trasladaban a Tegucigalpa a realizar diversas actividades.
Sin embargo, motivos aún no esclarecidos, provocaron que la aeronave se desplomara y llenara de dolor a 14 familias y amigos que ahora lloran la tragedia.
El fatal accidente aconteció a poca distancia del lugar donde el 21 de octubre de 1989 se estrelló un avión de la desaparecida línea aérea Sahsa, que dejó un saldo de 131 personas en la que viajaba la Sra. Vivian Pellas y su marido.
El vuelo 731 no será olvidado nunca. La historia dirá que un Día de San Valentín volvió a estrellarse otro avión en Las Crucitas, Cerro de Hula.
Una mañana trágica y de escenas desgarradoras
Las faenas de los vecinos del municipio de Santa Ana, Francisco Morazán, apenas iniciaban cuando de pronto un fuerte estallido les hizo salir de sus casas para desplazarse al lugar del accidente. La escena que presenciaron al llegar era desgarradora, los cuerpos quedaron esparcidos en diferentes puntos. Un centenar de papeles regados por diferentes rumbos junto a las llantas del tren de aterrizaje mostraban la magnitud del encontronazo. En el lugar en los primeros minutos sólo se podía apreciar que las víctimas eran personas jóvenes, hombres y mujeres que no pudieron llegar a su destino.
El lugar donde se produjo la tragedia es un área boscosa, por lo que la aeronave se despedazó al impactar con unos diez árboles de pino. El radio donde se vivió la escena es de un kilómetro cuadrado con espeso bosque.
No hay comentarios:
Publicar un comentario