Descendiente de los precursores de las artes gráficas en Nicaragua desde los años 40. Nació en Managua en las inmediaciones de la Escuela de Artes. Nos referimos a don Carmen de Jesús Pérez Cano, de 84 años, hijo de Carmen J. Pérez, un técnico en fotograbados y pionero de las artes gráficas.
El padre de nuestro entrevistado contrajo matrimonio en 1919 con la señorita Josefana Cano, con quien procreó dos hijos: José Enrique (ya fallecido) y Carmen de Jesús, quien accedió a compartir con los lectores de EL NUEVO DIARIO la singular historia de su vida.
Estudió en el Colegio Rubén Darío y en la Escuela Monseñor Lezcano, un centro que tuvieron los Hermanos Cristianos de La Salle. Solamente hizo la Primaria, porque desde muy pequeño se metió al negocio de su padre en los talleres gráficos Pérez.
Recuerda que su progenitor estaba dedicado a la sección de fotograbados en la imprenta donde también se inició su hermano mayor, José Enrique. Cuando don Carmen de Jesús comienza a dar sus primeros pasos en las artes gráficas, sólo existía el fotograbado y no la litografía.Los famosos clichésExplicó cómo se hacían los clichés en metal fundido. Había una cámara en la que se fotografiaba lo que se iba a imprimir. Del negativo se copiaba al metal usando ácido nítrico, y después se imprimía la plancha. Era cuando los tipógrafos aprendían a leer con los textos invertidos.
Cuando él comenzó a trabajar, un tío-abuelo era el jefe del taller, pero al fallecer éste, la jefatura de la sección la asumió su hermano mayor, José Enrique, y después don Carmen.
Las artes gráficas que manejaba su papá las aprendió del abuelo de don Carmen, quien es la tercera generación de los Pérez y el último en heredar los nombres, ya que en las siguientes generaciones (ya va la quinta) no se repitó el nombre.Su abuelo fue el que puso la plataQuien puso la plata para iniciar el negocio de las artes gráficas fue el abuelo de nuestro entrevistado, quien también se llamaba Carmen de Jesús Pérez. Ese negocio nació en sociedad con un hermano de su abuelo, Ángel María, hace 71 años, que es lo que estará cumpliendo este año la empresa Fotograbados Pérez (Litografía).
El padre de nuestro entrevistado contrajo matrimonio en 1919 con la señorita Josefana Cano, con quien procreó dos hijos: José Enrique (ya fallecido) y Carmen de Jesús, quien accedió a compartir con los lectores de EL NUEVO DIARIO la singular historia de su vida.
Estudió en el Colegio Rubén Darío y en la Escuela Monseñor Lezcano, un centro que tuvieron los Hermanos Cristianos de La Salle. Solamente hizo la Primaria, porque desde muy pequeño se metió al negocio de su padre en los talleres gráficos Pérez.
Recuerda que su progenitor estaba dedicado a la sección de fotograbados en la imprenta donde también se inició su hermano mayor, José Enrique. Cuando don Carmen de Jesús comienza a dar sus primeros pasos en las artes gráficas, sólo existía el fotograbado y no la litografía.Los famosos clichésExplicó cómo se hacían los clichés en metal fundido. Había una cámara en la que se fotografiaba lo que se iba a imprimir. Del negativo se copiaba al metal usando ácido nítrico, y después se imprimía la plancha. Era cuando los tipógrafos aprendían a leer con los textos invertidos.
Cuando él comenzó a trabajar, un tío-abuelo era el jefe del taller, pero al fallecer éste, la jefatura de la sección la asumió su hermano mayor, José Enrique, y después don Carmen.
Las artes gráficas que manejaba su papá las aprendió del abuelo de don Carmen, quien es la tercera generación de los Pérez y el último en heredar los nombres, ya que en las siguientes generaciones (ya va la quinta) no se repitó el nombre.Su abuelo fue el que puso la plataQuien puso la plata para iniciar el negocio de las artes gráficas fue el abuelo de nuestro entrevistado, quien también se llamaba Carmen de Jesús Pérez. Ese negocio nació en sociedad con un hermano de su abuelo, Ángel María, hace 71 años, que es lo que estará cumpliendo este año la empresa Fotograbados Pérez (Litografía).
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