Un juez de la Corte Criminal de Manhattan negó hoy la fianza al modelo portugués Renato Seabra tras acusarle de homicidio como determinó un gran jurado, por la muerte de el periodista luso Carlos Castro en la habitación de un hotel en Nueva York el pasado 7 de enero.
Seabra continúa recluido en la unidad siquiátrica del hospital Bellevue, por lo que la audiencia se realizó por videoconferencia en una audiencia que sólo tomó unos minutos, informó la Fiscalía de Manhattan, que había pedido al tribunal que se le negara la fianza.
El abogado de Seabra, David Touger, le acompañó en el hospital durante la audiencia, en la que el juez leyó al luso los cargos de los que le acusó un gran jurado.
El incidente en que perdió la vida Castro, un popular cronista televisivo del corazón en Portugal, ocurrió en la habitación de un hotel del conocido sector de Times Square donde se hospedaban desde el 29 de diciembre.
Castro, de 65 años, era abiertamente homosexual y, según han detallado amigos de ambos a medios locales, mantenía una relación con Seabra desde el pasado octubre.
De acuerdo con el documento que la Fiscalía presentó a la corte, el modelo de 21 años confesó que había asesinado a Castro, que también colaboraba con medios escritos con columnas de opinión y entrevistas a los personajes del corazón más relevantes de su país.
Seabra reconoció que le estranguló, golpeó fuertemente su cabeza con la pantalla de un televisor, lo apuñaló con un sacacorchos, que luego usó para cortarle los testículos y se paró sobre su cuerpo.
La próxima audiencia en corte del portugués, conocido en su país después de haber quedado finalista en un "reality show" sobre modelos en la televisión lusa, está prevista para el próximo 1 de febrero, en la sala del juez Ferrara.
Según ha trascendido en medios de comunicación locales, Seabra se enfrentó a Castro diciéndole que él no era gay y que sólo estaba con él por su dinero e influencia, lo que al parecer dio origen a una pelea en la planta 34 del hotel que culminó con la muerte del periodista.
Luego del incidente, Seabra se dio una ducha, se vistió, se cortó las muñecas y salió del hotel camino del hospital pero se encontró con una amiga de ambos con la que habían quedado para cenar.
Cuando ésta le preguntó por el periodista, Seabra le contestó que éste no saldría "nunca más del hotel", y tras la insistencia de la mujer, empleados del hotel acudieron a la habitación, donde encontraron el cuerpo sin vida de Castro en medio de un charco de sangre. EFE
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