viernes, 1 de octubre de 2010

Ecuador recupera "la paz"


QUITO
Al menos cuatro muertos y 193 heridos dejó la rebelión policial de ayer en Ecuador y el posterior rescate militar del presidente Rafael Correa, quien estuvo secuestrado en un hospital por los insubordinados. "Tenemos cuatro personas que fallecieron por esta absurda violencia provocada por un puñado de insensatos", comunicó el ministro de Interior, Gustavo Jalkh, a la agencia pública Andes y agregó que el Ejecutivo decretó tres días de duelo nacional.

Un balance previo suministrado por la Cruz Roja daba cuenta de dos policías muertos durante el operativo militar que rescató a Correa de un hospital de Quito en medio de la sublevación de agentes en rechazo a una ley que aseguran les reducirá beneficios económicos.

Ministro del interior confirma las muertes
No obstante, Jalkh señaló que durante la violenta jornada murieron cuatro personas. "Lamentablemente hemos confirmado el fallecimiento de cuatro personas: dos militares, un policía que estaba custodiando y protegiendo al presidente de la república, Rafael Correa, y un estudiante de 24 años de edad". Mientras el ministro de Salud, David Chiriboga, expresó a la prensa que durante la rebelión resultaron heridas 193 personas, varias de gravedad y que se encuentran en terapia intensiva. Entre los heridos figuran 33 por impactos de bala.

A raíz de la sublevación, Correa denunció que su gobierno enfrentó un intento de golpe de Estado de la oposición y sectores de las Fuerzas Armadas y la Policía cercanos al ex mandatario Lucio Gutiérrez, un coronel retirado del Ejército derrocado en abril de 2005.

Jalkh afirmó a su vez que la Policía retomaba sus actividades. "Eso es lo que tiene que hacer y con ese trabajo reconciliarse con la sociedad y el país al cual se debe", precisó. De su lado, los militares mantenían acordonada la sede del gobierno ecuatoriano en Quito, donde el presidente Rafael Correa cumplía actividades de despacho.

El mandatario peruano, Alan García, manifestó que su homólogo ecuatoriano "ha quedado vacunado" contra los golpes de Estado y enfatizó que "la democracia y el gobierno elegido por el pueblo han salido incólumes y fortalecidos en Ecuador".

El presidente de la Asamblea Nacional de Ecuador, Fernando Cordero, subrayó hoy en Zaragoza que el presidente Rafael Correa "está muy bien" y que su país ha recuperado "la paz". En declaraciones a la prensa tras mantener una conversación telefónica con Correa, el presidente de la Asamblea Nacional ecuatoriana manifestó que el jefe de Estado de su país estuvo ayer "a punto de morir", aunque seguramente su intención y su espontaneidad fue lo que le salvó. Correa cambió el "guión" cuando "seguramente el ataúd estaba comprado", relató Cordero.

Piden a los medios transmitir serenidad
Lo más importante ahora, advirtió, es descubrir quiénes fueron los autores intelectuales de unos hechos "planificados" y en los que no hubo "nada espontáneo", subrayó. Pidió a los medios de comunicación que transmitieran "serenidad" a los ecuatorianos, porque el país está "en paz". "Ojalá esto sea para siempre" y que la conspiración "haya sido derrotada del todo", agregó.

"Creo que les dimos un buen golpe", destacó Cordero, a la vez que confió en la capacidad de la Fiscalía de Ecuador para hacer una investigación "suficientemente serena, pero suficientemente radical también", para dar con los cómplices. "Los propios policías nos podrán contar. Ya lo han empezado a hacer", señaló Cordero, quien insistió en que la Policía estaba desinformada y fue "usada".

Los soldados armados con fusiles montaron un nutrido cerco alrededor del Palacio de Carondelet, en el centro colonial, e impedían el ingreso incluso de simpatizantes de Correa, que con banderas del movimiento oficialista Alianza País intentaban aproximarse para expresar su apoyo al mandatario socialista. "Nadie puede pasar por orden superior", expresó un militar a un grupo de partidarios mientras otros requerían credenciales a los periodistas para permitirles el acceso.

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