miércoles, 27 de octubre de 2010

Bárbaro asesinato de 5 nicas en Guatemala


Sus muertes fueron atroces. Cinco nicaragüenses perdieron la vida el domingo último y sus cuerpos localizados en Escuintla, Guatemala.
El matrimonio compuesto por Yáder Francisco Gutiérrez González, su mujer Wendy Sofía Hernández Cruz, ambos de 29 años, y su niñita Sara Sofía Gutiérrez Hernández, de 21 meses, estaba en una poza de agua para cañaverales.
Según información de medios locales, la niña fue torturada para que aparentemente los padres proporcionaran alguna información. Aunque igual, además de ser herida con arma blanca, tenía impactos de bala en la cabeza.
Mientras que los cuerpos de Juan Carlos Reyes Soriano, de 30 años, originario de León, y del mecánico Carlos Alberto Ríos, de 34 años, habitante de Ciudad Sandino, estaban atados de las manos con mecate a un kilómetro de distancia de los primeros muertos.
Repatriados hoy
Hoy en horas de la noche se espera el arribo los cuerpos de los cinco nicaragüenses masacrados.
Arellys Hernández Cruz, hermana Wendy Hernández, indicó que sus padres viajaron al país referido el lunes, tras ser enterados de la noticia, para así realizar de inmediato las gestiones de repatriación de los cuerpos.
Hernández relató que su cuñado Yáder Gutiérrez, el día del viaje le propuso a su esposa que fuera con la niña.
“Mi cuñado iba en un camión con su esposa y la niña, y en el otro furgón iban el chofer y el mecánico, ya cuando estaban en Guatemala, en el trayecto los desviaron, porque aún sigue derrumbado el puente de la carretera Panamericana, y la vía alterna que tomaron era cuatro horas más larga y solitaria”, alegó la hermana de la víctima.

Según Arellys, desconocía qué les había pasado. La empresa hacia donde se dirigía su cuñado esperaba que se reportara, pero el domingo a las 8:17 a.m. al hacer el monitoreo el Global Positioning System, GPS, de uno de los furgones aparecía desconectado.

“Empezaron a hacer las coordinaciones con la Policía, y en la búsqueda encontraron los cuerpos, pero los camiones se los habían llevado”, agregó Hernández.

Yáder Francisco Gutiérrez, tenía diez años como furgonero y realizaba viajes a Costa Rica, Guatemala y El Salvador, cuando las empresas le pedían que fuera a traer o a dejar carga, mientras que con su esposa tenía tres años de casado.

Inicialmente sólo se iban a repatriar los tres cuerpos de la familia, porque los parientes de las otras dos víctimas no tienen recursos económicos para pagar los un mil dólares que cobra la funeraria por cada muerto repatriado.

Mediante una llamada, se conoció de forma extraoficial que el consulado nicaragüense en Guatemala donó un mil 200 dólares y los 800 dólares que faltaban los iba a obsequiar la empresa, fue así como se está logrando la repatriación de los cinco cadáveres.

Por su parte, Jairo Gutiérrez, quien viajó a Guatemala, aseguró desconocer el motivo de las muertes, lo único que tenían claro es la información que obtuvieron en el lugar, donde les indicaron que a su nieta y a su nuera las torturaron, y a los otros les dispararon en la cabeza.

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