Padres de familia de pequeños escolares que a diario acudían al preescolar comunitario de La Conchagua, en el municipio de Rivas, se mostraron molestos por la forma en que una supervisora del Ministerio de Educación expulsó a sus hijos del centro escolar.
“Es inconcebible que una supervisora de educación nos saque a nuestros hijos de una forma prepotente, que hizo que todos los 23 niños que estudian en el preescolar salieran llorando y ni siquiera quieran volver a ir a la escuela, eso no es de una mujer estudiada, que maltrate así a nuestros hijos”, comentó Carolina Ruiz, quien asegura que la supervisora en mención, identificada sólo como Ana, le llevó a su hija hasta su casa y le dijo que “nunca más” volviera a mandarla a la escuela.
El lunes supuestamente la supervisora llegó para ver cuántos niños estaban matriculados y aparentemente se molestó al darse cuenta que varios de los pequeños no estaban inscritos y que había una niña que no tenía los 3 años y otra que tenía más de cinco años, por lo que supuestamente optó por enllavar a los niños en la pequeña aula de clase donde estudian.
Víctor Manuel Cerda aseguró que su hija de 2 años y medio comenzó a ir al preescolar porque mostraba interés por los estudios y que es costumbre en esa comunidad mandar a sus hijos pequeños a este centro de estudios. Dijo que se llevó tremendo susto cuando le preguntó a su hija que si quería volver a la escuela “y la niña me dijo que no porque la inyectaban”.
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