BLUEFIELDS
Gregorio García Blanco, de 40 años —quien denunció ante organismos de derechos humanos que productores vinculados con la finca El Encanto, en el municipio La Cruz del Río Grande, Región Autónoma Atlántico Sur (RAAS), querían matarlo porque no se dejaba arrebatar su propiedad— fue ultimado a balazos el pasado 4 de octubre, víctima de al menos diez sicarios que lo emboscaron para asesinarlo.
“Quieren matarme porque quieren mi finca, echaron sus ganados en mi corral para confundirlos con mi ganado, se me llevaron 300 cabezas de ganado y nadie hace nada”, se quejó en su momento García.
También denunció hace un año que al menos tres trabajadores de los propietarios de la finca El Encanto le hacían propuestas indecorosas a su esposa Josefa Sequeira, “delante de mí para que actuara y ellos aprovechar para matarme; yo sé que me quieren matar y por eso no reacciono”.
Uno de los hijos de García, de 11 años, quien lo acompañaba en una huerta, dijo a la Policía que su papá fue emboscado.
“Cuando estábamos por llegar a la casa, escuchamos varias detonaciones y vi caer a mi papá, eran como diez (hombres), tenían los rostros descubiertos”, dijo el pequeño a los agentes policiales.
La Policía de Bluefields confirmó que García murió en La Cruz del Río Grande a consecuencia de varios balazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario