RÍO SAN JUAN
Diez trabajadores de diferentes instituciones que formaban parte de una brigada intersectorial conformada por 30 personas, y que venían de Papaturro, de prestar sus servicios en las llamadas ferias de la salud, estuvieron a punto de perecer al naufragar la panga en que viajaban, producto del fuerte oleaje del lago Cocibolca.
El incidente fue confirmado por el doctor Freddy Ruiz, Director del Centro de Salud de San Carlos, quien encabezaba la brigada, y a quienes los náufragos reconocen como la persona que dirigió las labores de auxilio.
Antes del volcón de la panga donde viajaban, los tripulantes habían permanecido cuatro días atendiendo a la población de las comunidades fronterizas del refugio de vida silvestre Los Guatuzos. “Fue una terrible odisea”, fueron las primeras palabras de Ruiz, quien adelantó que la panga en que se trasladaban los náufragos es propiedad del Ministerio de Recursos Naturales, Marena.
Incidente en zona de peligro
Ruiz viajaba en otra lancha, del Ministerio de Salud, y otro grupo en una embarcación de Adpesca. Ruiz recordó que eran las 3:00 de la tarde del pasado viernes, cuando atravesaban la zona frente a la isla Chichicaste (donde se han registrado accidentes incluso mortales). “Había fuerte oleaje, las pangas fueron prácticamente azotadas. De pronto miramos que una se volcó y sus tripulantes cayeron al agua embravecida”, relató Ruiz.
El médico relató que los náufragos pudieron flotar por los salvavidas, pero también la panga contaba con flotadores.
“Los gritos de horror se escuchaban y no había que perder tiempo. Orienté atender una sola voz de mando, y ante todo procedimos a calmar el pánico y a llevar a quien rescatábamos, de inmediato, a tierra firme, exactamente a la isla Zapotillo. Después recuperamos el equipo y los enseres personales que se pudo, y, por último, se efectuó el traslado de los 30 trabajadores”, dijo Ruiz.
En el Malecón de San Carlos, mucha gente --entre ellos familiares de algunos tripulantes-- se aglomeró a esperar la llegada de las pangas.
Vieron la muerte muy cerca
Entre los que batallaron contra las olas embravecidas del Gran Lago se contó a la jefa de la Comisaría de la Mujer de este municipio Hazel González, y a la promotora de la misma oficina, Cecilia Arana, quienes fueron rescatadas a 50 metros de la panga volcada.
González resultó con varios golpes, pues al momento del volcón ella quedó bajo la panga. “Estaba muy nerviosa, creí que no nos salvaríamos, solo pensé en mis hijos. De no ser por las otras pangas que nos auxiliaron, tal vez no estaríamos contando el cuento”, dijo la oficial, quien fue una las últimas en ser rescatada.
Otras sobrevivientes son Evangelina Chavarría, del Ministerio de Educación, Mined; la trabajadora social Argentina Somarriba; Mariela González, de la Casa del Migrante; Silvia Laguna, del CEP; Randall Rivas, inspector del Ministerio del Trabajo, y varios miembros de la Juventud Sandinista. El panguero de la lancha volcada es José Luis Pichardo.
Ejército no se movilizó
Ruiz reconoció la intrépida acción en el rescate del panguero del Silais, Ricardo Guadamuz, alias “Chichi”. El director del centro de salud dijo que portaban dos radiocomunicadores, pero no obtenían respuesta de San Carlos, hasta que lograron enlazarlos desde Solentiname y Laurel Galán, pues necesitaban medios para el traslado y se habían quedado sin combustible.
El doctor Guillermo Rodríguez, Subidrector del Centro de Salud, cuando supo del incidente se movilizó con la administradora a solicitar apoyo en pangas y en combustible al Destacamento Militar Sur del Ejército, pero ahí les dijeron que no contaban con medios para salir al rescate.
“Tuvimos que prestar dinero a particulares y fiamos el servicio de otros pangueros, fue difícil, pero retornaron todos a salvo”, apuntó Rodríguez. Los pobladores criticaron el hecho de que al Destacamento Militar Sur le asignaron un helicóptero tras el estallido del litigio con Costa Rica, pero fue imposible persuadirlos para que atendieran la emergencia de los pangueros.
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