Tras los bombardeos de ayer por la tarde y la madrugada, los aliados consideran que ya tienen establecida una zona de exclusión aérea sobre Libia, además de detener la ofensiva del líder libio, Muamar el Gadafi, sobre Bengasi, el feudo rebelde. Así lo ha declarado el máximo responsable militar estadounidense, el almirante Mike Mullen, en una entrevista con el programa Meet the press de la cadena NBC. Los ataques aliados no han mermado el ánimo del líder libio, Muamar el Gadafi, que ha lanzado hoy un mensaje desafiante a las potencias implicadas en la operación Odisea al amanecer. "No podréis derrotarnos", ha clamado en un mensaje emitido por radio a la nación, en el que ha dicho que el pueblo libio, que está con él, se levantará contra la "alianza de cruzados", a los que tacha de terroristas, y terminará por vencerlos. Ha anunciado que proporcionará armas a los libios para defender el país y que es "inevitable que los ataques occidentales serán derrotados". Mientras, Trípoli se ha despertado en calma, con poco movimiento en las calles pero con cierta sensación de normalidad. Los habitantes de la ciudad se aprestaban esta mañana a leer los periódicos para conocer el alcance de la operación Odisea al Amanecer, emprendida ayer por una coalición internacional liderada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos para frenar los sangrientos ataques del líder libio, Muamar el Gadafi contra los rebeldes.
Ayer por la tarde, aviones franceses comenzaron la ofensiva en los alrededores de Bengasi, la segunda ciudad del país y capital de los rebeldes. Esta mañana se han conocido los resultados: según Reuters, 14 muertos en la carretera que va de Bengasi a Ajdabiya; decenas de vehículos militares de las fuerzas de Gadafi, incluyendo blindados, calcinados y despedazados. Tras los bombardeos franceses, les tocó el turno a EE UU y Reino Unido. Desde aviones y barcos, lanzaron más de un centenar de proyectiles sobre objetivos en Trípoli. El ministerio de Defensa británico ha informado de que los ataques de sus aviones se han centrado en los sistemas antiaéreos alrededor de la capital. Testigos han asegurado que uno de los objetivos ha sido una pequeña base militar cerca del aeropuerto de Trípoli. Durante la noche, ha habido nuevos bombardeos, que Gadafi ha intentado repeler con fuego antiaéreo. Hoy, la aviación francesa continuará sus operaciones en Libia, según ha informado una fuente militar. "Los aviones militares franceses están en el lugar", ha dicho esta mañana.
Según Mike Mullen, jefe de la Junta de Estado Mayor de EE UU, los bombardeos aliados han conseguido su objetivo: establecer una zona de exclusión aérea. Además, han detenido la ofensiva de Gadafi sobre Bengasi, pero ha aclarado que laoperación Odisea al amanecer está solamente enfocada a implementar una resolución de la ONU, a proteger a los civiles y a ayudar en los esfuerzos humanitarios, pero no a derrocar al dictador libio. Según Mullen, los ataques de ayer han "liquidado" las defensas aéreas libias y han alcanzado algunos aeródromos del país. Además, los aviones aliados ya patrullan el espacio aéreo sobre Bengasi. "Las operaciones de ayer fueron muy bien", ha dicho Mullen. "Gadafi no ha tenido aviones o helicópteros volando en el último par de días. Así que, efectivamente, la zona de exclusión aérea ha sido establecida". Mullen asegura no haber recibido datos sobre víctimas de los bombardeos aliados.
Larga guerra
En su discurso, Gadafi ha calificado de "terroristas" los ataques occidentales y ha anunciado que sus fuerzas vencerán. Ha dicho que está preparando a la población libia para una "larga guerra", para lo cual va a armar a todos los libios para que puedan defender al país. "No abandonaremos nuestra tierra, la liberaremos", ha dicho. La televisión pública ha emitido el discurso sin imágenes del dictador, con un fondo de una escultura que representa una mano aplastando un avión militar estadounidense. "No podréis derrotarnos. Esto es tierra libia. No podréis robarnos nuestra riqueza", ha asegurado Gadafi. "No hay justificción para ésto. Acabáis de demostrar al mundo que sois unos bárbaros".
Trípoli en calma
Mientras, Trípoli se ha despertado en calma. Ya cerca del amanecer, han cesado los bombardeos aliados y ahora en Trípoli está tranquila, intentando hacer recuento de las bajas y de los daños producidos por las bombas aliadas. La policía inspecciona coches en el centro de la ciudad en busca de armas, mientras los residentes buscan información en los periódicos. No hay mucho movimiento por las calles, salvo vehículos. Por el momento, sigue funcionando Internet y el teléfono.
Un testigo, Essam, ha asegurado que vive cerca del aeropuerto de Trípoli, cerca del cual hay un cuartel militar que ha sido objetivo de los bombardeos aliados. Los bombazos le han despertado y se ha acercado al lugar, del cual asegura haber recogido a un niño herido y haberlo llevado al hospital Omar Asker. Fuentes médicas han ofrecido un balance de víctimas: 64 muertos y más de un centenar de heridos en Trípoli.
Operación Odisea al amanecer
Fue la aviación francesa la encargada de abrir ayer el fuego desde el aire en el área de Bengasi tras una cumbre internacional en París en la que se decidió aplicar la resolución de la ONU que autoriza el ataque tras concluir que Gadafi no había cumplido el alto el fuego que anunció el viernes. El siguiente paso lo dio EE UU, cuyos barcos de guerra y submarinos lanzaron 110 misiles de crucero contra los sistemas antimisiles libios y alcanzaron 20 objetivos. Mientras, Reino Unido anunciaba que su fuerza aérea había entrado en acción.
En respuesta a la ofensiva, al filo de la medianoche Gadafi lanzó un discurso de audio emitido por la televisión estatal libia en el que amenazó con atacar "objetivos civiles y militares" en el Mediterráneo y el Norte de África , área que declaró como zona de guerra, y lanzó un llamamiento a todos los libios a armarse y luchar en una revolución contra lo que considera una "cruzada colonial injustificada". Tras su discurso, el Gobierno libio lanzó un comunicado para pedir una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Operación coordinada
A las 17.45 (hora peninsular española), un avión francés lanzó el primer disparo en Bengasi contra un vehículo. El coronel Laurent Teisseire, portavoz del Estado Mayor francés, confirmó poco después que "el primer objetivo fue detectado y destruido". En la oleada participaron unos 20 aviones mientras el el Ministerio de Defensa anunciaba que dos fragatas dotadas con sistemas antiaéreos ya se habían situado en la costa libia y que el portaaviones nuclear Charles de Gaulle, atracado en el puerto de Tolón, tenía previsto zarpar ayer y llegar a Libia en 48 horas.
A la intervención francesa siguió de inmediato la acción de Estados Unidos, que comenzó por la noche con el disparo de 110 misiles de crucero desde sus barcos en la zona contra 20 objetivos de los sistemas de defensa antiaérea libios. El presidente Barack Obama confirmó en Brasilia que había ordenado el inicio de las operaciones militares "en interés de Estados Unidos y del mundo". El Pentágono anunció que estos ataques continuarán hasta crear un entorno seguro sobre el cielo de Libia y que EE UU "estará al frente" de esta operación militar.
Obama aseguró que el único límite a este ataque será el uso de fuerzas terrestres, que insistió en que Estados Unidos no utilizará. "Era necesario demostrar que los actos tienen consecuencias" y el mundo no podía permanecer impasible ante "los actos de brutalidad cometidos por Muamar el Gadafi contra su propio pueblo".
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