iSupere su mala racha!

En la vida de toda mujer hay algunas situaciones desagradables que en ocasiones parecen dar rienda suelta a una mala racha que no tiene fin.

No es sencillo hacerle frente a un problema que le afecte y que en apariencia no pueda resolver, pero cuando hechos como chocar su automóvil, terminar un noviazgo, quedarse sin empleo o enfermarse crean un efecto dominó, hay que ponerse en alerta.

Y es que aunque en ocasiones piense que la vida le está haciendo una mala jugada, habría que evaluar si sus decisiones influyen en esas “tragedias”.

De hecho los expertos en psicología señalan que en la mayoría de las ocasiones podría estar más en control de su mala racha de lo que cree.

Evalúese y reaccione

Preguntas como ¿qué hice yo para merecer esto? parecen incluso absurdas, pero muchas veces en ellas mismas está la respuesta, pues situaciones como el estrés pueden generar distracción.

Del mismo modo, una mala decisión, como caminar de noche por una calle solitaria, la vuelven vulnerable a un riesgo.

Pero el verdadero problema de atravesar una mala racha es que el estrés, la ansiedad o la tristeza pueden hacerla más propensa a la depresión o a una capacidad de respuesta y recuperación más lenta.

En estos casos, factores como la buena actitud, la madurez y la solución con las que enfrente sus tropiezos marcan la diferencia.

La psicóloga Patricia López explica que la resiliencia “es la capacidad de resolver problemas en situaciones distintas”, o dicho de otra forma, “cómo se encara el mundo y la vida de otra forma”, obviamente positiva.

Además, el panorama no debe ser del todo desalentador, pues la gran mayoría de las veces una crisis puede impulsarla a reaccionar, cuestionarse acerca de lo que quiere en realidad y soltar del todo lo que le afecta o la hace vulnerable.

De nuevo en marcha

Salir adelante requiere de determinación, autoevaluación, apoyo y convencimiento; algunas acciones ayudan a poner fin a la mala racha.

• Cure sus heridas: Superar su crisis requiere tomarse un tiempo para sentirse afligida o incluso llorar, pero debe tener un límite.

• Conviértase en su mejor aliada: Evalúe y corrija modelos que puedan hacerla presa fácil de obstáculos mayores y asuma la responsabilidad de autoeducarse.

• Busque apoyo que le ayude a sentirse mejor consigo misma: Hablar con alguna amiga o un familiar en lugar de ceder al aislamiento ayuda mucho; pídales un consejo o simplemente compañía.

• Cambie de actitud: Convénzase de que los problemas son temporales y que incluso un desastre en su vida puede tener beneficios a corto o largo plazo.

• Fíjese metas pequeñas que la ayuden a animarse o escriba una lista de las cosas que puede controlar y las que no: Esto le ayudará a concentrase en lo que puede mejorar.

Tome en cuenta que una actitud madura la ayudará a romper esquemas con respecto a lo que puede ser una “tragedia” en su vida.

Muchas veces cree que lo que le sucede es lo peor que puede haber, pero piense en algunos de los tropiezos que ha tenido y recuerde cómo los supero. Seguramente sus habilidades fueron de ayuda para salir airosa.