martes, 15 de marzo de 2011

Gadafistas y rebeldes preparan batalla en Libia


AJDABIYA,

LIBIA

La ciudad de Ajdabiya, situada en la ruta a Benghazi, “capital” de los rebeldes, se preparaba para sufrir un asalto de las fuerzas de Muamar al Gadafi, que seguían avanzando, mientras Occidente trata de ponerse de acuerdo para encontrar una solución, al cumplirse el 28º día del sangriento conflicto de Libia.

La jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton decidió enviar una misión a Benghazi, en el marco de los esfuerzos de “planificación” para responder a la crisis en ese país, indicó ayer su portavoz.

Dicha misión, compuesta de miembros del servicio diplomático de la Unión Europea (UE), llegó el lunes a la región y debe trasladarse a la frontera entre Libia y Egipto.

“Su objetivo es recoger información y evaluar la situación con miras a sostener la planificación de precaución que está en curso para responder a la crisis libia”, dijo la portavoz de Ashton.

Inconvenientes

En la ruta entre Ajdabiya y Benghazi, azotada por una tormenta de arena, numerosos civiles huían hacia el este a bordo de camionetas cargadas de maletas, sacos y colchones.

Cuatro obuses cayeron en la mañana de ayer a 6 km de la salida oeste de Ajdabiya sin provocar víctimas, indicaron los insurgentes, que aún controlan esta ciudad situada 160 km al sur de Benghazi.

Un oficial de la aviación libia que se pasó a la insurrección, Jamal Mansour, indicó que se trataba de incursiones aéreas realizadas por bombarderos Sujoi-24 de fabricación rusa.

Benghazi, segunda ciudad del país podría verse amenazada muy pronto por las tropas de al Gadafi que en los últimos días han ido recobrando el control de poblaciones que estaban en manos de los rebeldes, en particular Brega (a unos 80 km al oeste de Ajdabiya).

Estimuladas por el avance de los últimos días, las fuerzas armadas de al Gadafi lanzaron un llamado a los militares que se habían pasado a la rebelión a que se entreguen a cambio de un indulto.

Ajdabiya es una “ciudad vital” y será defendida, afirmó el domingo el comandante de las fuerzas insurrectas, el general Abdel Fatah Yunis.

En Benghazi, a unos mil kilómetros de Trípoli, la euforia de las primeras semanas de la revuelta cedió el lugar a la inquietud.

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