lunes, 14 de marzo de 2011

Elección a varias bandas


A ocho meses de las elecciones presidenciales y en víspera de que venza el plazo para la inscripción de las candidaturas, el próximo 18 de marzo, el panorama electoral más certero es que la oposición se enfrentará dividida a un Daniel Ortega con una base partidaria consolidada, a pesar de su candidatura inconstitucional, según tres analistas políticos consultados por LA PRENSA.

Sin embargo, a pesar de que serían cinco fórmulas presidenciales, solo tres tienen las mayores posibilidades, entre las cuales el ex presidente liberal Arnoldo Alemán es quien menos oportunidad tendría porque él mismo se perjudica al participar en un escenario en el que se advierte la vigencia de su pacto político con Daniel Ortega.

ORTEGA SE CONSOLIDA

Raúl Obregón, gerente general de la firma encuestadora M&R Consultores, confirma que en víspera de las elecciones de noviembre, el presidente Daniel Ortega se acerca a su “base sólida” que consiste en un porcentaje de voto fiel que históricamente se ha posicionado entre el 28 y 42 por ciento, y que en la actualidad ronda el 38 por ciento con el que ganó la elección presidencial del 2006.

“Al militante del Frente Sandinista le tiembla la mano si la mueve fuera de la casilla en la que está la bandera rojinegra, por eso les cuesta mucho votar por el candidato de otro partido o no lo hacen”, asegura.

Además, reconoce que el Frente Sandinista ahora se ha encargado de cultivar esa fidelidad desde los beneficios que le permite el poder.

“La verdad —agrega— es que él arranca con un porcentaje de voto duro mayor al 35 por ciento y cualquier candidato quisiera eso”.

Hasta antes de las reformas electorales del 2000, el porcentaje mínimo para ganar una elección presidencial era del cincuenta por ciento más uno de los votos. Sin embargo, a partir de ahí el porcentaje se redujo a 45 y agregó la excepción de vencer en primera vuelta hasta con el 35 por ciento de los votos válidos, siempre y cuando se supere por más de cinco puntos porcentuales al segundo más votado.

De manera que los candidatos que se inscribirán en las diferentes tendencias de la oposición tienen como reto mínimo conquistar un voto sólido mayor al 30 por ciento.

INCONSTITUCIONALIDAD PESARÁ EN SU CONTRA

Obregón precisa que la primera debilidad de Ortega es la inconstitucionalidad y “débil legitimidad” de su candidatura.

Además que la centralización del poder y del gobierno que se le atribuye a Ortega y es que vista por algunos como una ventaja, “en realidad poco a poco se traduce en una debilidad, porque reduce las posibilidades de relevo dentro de la estructura partidaria”.

Para el doctor Carlos Tünnermann la inconstitucionalidad de la candidatura de Ortega pesará profundamente en contra del mandatario, sobre todo si este pretende conservar el poder a través de un fraude electoral.

Tünnermann agrega en contra de Ortega “la corrupción galopante contra la que no ha tomado ninguna medida enérgica y el gobierno autoritario y autocrático que pisotea las leyes y la Constitución Política”.

Por esto, el académico no cree que Ortega tenga muchas oportunidades en las próximas elecciones, “excepto que capitalice la pobreza de la población y trate de conseguir votos regalando hojas de zinc y sacos con alimentos básicos como los repartidos en las celebraciones de la Purísima”.

Tünnermann, además, no descarta que a medida que se desarrolle la campaña electoral y se distingan los liderazgos entre las tendencias de la oposición, esta al final se una en una sola fuerza, que él estima será la de Fabio Gadea Mantilla, candidato presidencial de la Alianza Partido Liberal Independiente (Alianza PLI).

Obregón y Tünnermann coincidieron en que la trayectoria ética de Gadea le permite, a pesar de su edad, presentarse como un candidato fresco entre el resto de los aspirantes.

El gerente general de M&R cree que el nombramiento de Edmundo Jarquín como compañero de fórmula, permitirá a que la Alianza PLI tenga más posibilidades de simpatía entre los votantes independientes, que son la mayoría de los 3.9 millones de inscritos en el padrón electoral, aunque este registro no está depurado.

PERSONALIDAD JURÍDICA DE ALN Y APRE EN RIESGO

Ambos analistas también coincidieron en que la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) y la Alianza por la República (Apre) tienen pocas posibilidades de destacar en las elecciones.

Más bien, dicen que ambas arriesgan el futuro de su personalidad jurídica, pues para conservarla deben obtener por lo menos el cuatro por ciento de los votos válidos y las posibilidades de que lo consigan son pocas.

Pero, a propósito de personalidades jurídicas, Tünnermann tampoco descarta que las maniobras del CSE para anular estas como ocurrió en el 2008 con el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y los conservadores, sean una amenaza para la Alianza que encabeza Gadea.

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