miércoles, 6 de abril de 2011

Orteguismo va por toma total de Policía


MANAGUA

En los últimos meses, un grupo de jefes policiales afines al orteguismo ha profundizado el control partidario en la Policía y “acorralan” a los uniformados que tratan de trabajar en la institución con profesionalismo, denunciaron fuentes policiales.

Según los informantes, la Policía Nacional no ha escapado de los lineamientos partidistas a que han sido sometidos en los últimos años el resto de empleados públicos.

“Ahora te controlan qué hacés en tu barrio, si estás identificada con el partido (FSLN)”, comentó una de las oficiales, que prefirió el anonimato.

A cinco meses del relevo de mandos superiores en esa institución ha aflorado este tema, dado que el grupo que sobresale en la imposición partidaria es el del jefe de Managua, comisionado general Róger Ramírez, quien aparentemente sigue pujando por ser el sucesor de la actual directora, primera comisionada Aminta Granera. Pero en las últimas horas en las filas policiales creció el rumor de que el presidente Daniel Ortega le habría ofrecido a Granera que permanezca en el cargo.

Informantes de esa institución señalan que Ramírez “no ha dejado de cabildear fuertemente” a su favor. Así como de rodearse cada día más de oficiales que se declaran incondicionales al partido de gobierno.

La interpretación que hacen las bases policiales de la propuesta de Ortega a Granera para que permanezca en la institución, después del vencimiento de la fecha para entregar el bastón de mandos el 5 de septiembre, es para que Granera “pula” al también comisionado general, ascendido por Ortega, Francisco Díaz, consuegro del mandatario, para una posible sucesión.

No obstante, desde el mismo momento en que Ramírez fue ascendido por Ortega a comisionado general, este ha mantenido una posición partidaria abierta y de lealtad al mandatario, lo que le ha ubicado también dentro de la competencia por el cargo. Díaz hace lo suyo, sin tampoco esconder su sometimiento partidario y fidelidad a su consuegro.

Según los informantes, en los barrios están claramente identificados los oficiales que en todo tipo de tareas aparecen queriendo asumir liderazgo, resaltando su posición partidaria más que como miembros de la institución policial.

A lo interno de la institución, según los informantes, hay una actitud constante de “estigmatizar” al oficial que no se somete a orientaciones partidarias ubicándole como opositor a ellos. Es más, a muchos sandinistas con antecedentes en el partido muchas veces los tildan de liberales, cuando no asumen las posturas de los leales a Ramírez, pese a que se supone que la Policía es una institución apartidista, indicaron las fuentes policiales.

Esta situación les mantiene presionados cada día más. Y pese a que señalan que esta no es disposición de la jefa policial, también reconocieron que esta no hace nada por evitar que los instrumentalicen partidariamente.

ASCENSOS DEPENDEN DE AVAL POLÍTICO

Lo que más preocupa a los uniformados es de que, desde que fue ubicada como jefa de personal y cuadro la comisionada mayor Elízabeth Rodríguez, los ascensos al grado inmediato superior o el aspirar a un mejor cargo depende de un aval político y no por el desempeño del oficial, como sucedía anteriormente.

Es un rumor a voces dentro de la institución que la comisionada mayor Rodríguez actúa muy coordinada con Ramírez. Y si un oficial no está apadrinado por oficiales leales a Ramírez o Rodríguez, no hay ascenso.

Desde hace meses ese grupo ha reforzado Managua como delegación policial con miras a las próximas elecciones en el país, con oficiales considerados leales a Ortega. Y en esto ha jugado un papel importante Rodríguez, de quien se dice en la década de los 80 trabajó de cerca con la familia Ortega.

“Tienen su grupo de oficiales a quienes dirigen y tienen autonomía. Las reuniones las realizan en la (unidad) Ajax Delgado. Ese grupo no es controlado por la primera comisionada (Granera)”, aseguró otra de las fuentes.

Desde afuera, constantemente se ha criticado la partidarización de la Policía con el comportamiento de los uniformados durante la actuación desmedida contra los que disienten contra el gobierno de Ortega y complaciente con las fuerzas de choque oficialistas.

El pasado 2 de abril fue la última actividad donde la población observó doble actuación de la Policía, cuando en varios de los casos Granera tuvo que intervenir en defensa de algún manifestante agredido y cómo debió repetir varias veces la orden para que la misma fuera acatada.

“HAY DOBLE MANDO”

Juanita Jiménez, dirigente del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), señaló que en actuaciones concretas como la del 2 de abril “vos ves que hay una actitud de agresividad y eso implica que hay una orden de reprimir”.

“El hecho de que ella dé una contraorden y diga quítenle las chachas (esposas), dejen pasar a los del Cenidh, eso evidencia a todas luces (...) que sí hay doble mando, de que hay un grupo que se quiere alinear totalmente a lo que dice Daniel Ortega por encima de la ley y hay otra parte que está también dando la batalla por mantener la institucionalidad. A mí me parece que ella está en la parte por mantener la institucionalidad”, dijo Jiménez.

OFRECIMIENTO “ES TRAMPA DE ORTEGA”

A criterio de Jiménez, la institución enfrenta “una crisis compleja”, pues por un lado está el sentir de un grupo que opta por la institucionalidad, pero quisieran que Granera siga a cargo, sin embargo, esto significaría ir contra la ley.

El ofrecimiento de Ortega que le habría hecho a Granera para que permanezca como titular de la Policía fue negado por funcionarios allegados a la jefa policial, quienes aseguran el mandatario no ha hecho el ofrecimiento directamente. Sin embargo, otras fuentes aseguran que éste ya le planteó que se quede y ella no fue capaz de decirle no.

El 25 de marzo pasado LA PRENSA publicó la respuesta de Granera cuando fue consultada si la última reunión de mandos significó su despedida. La funcionaria dijo: “No puedo hablar de despedida cuando estamos muy lejos de septiembre, yo voy a trabajar hasta el último día que esté en la Policía Nacional”.

Allegados a la familia de Granera, mientras tanto, sostienen que la han aconsejado que el 5 de septiembre entregue el bastón de manda tal y como lo establece la Ley 228, Ley Orgánica de la Policía Nacional.

De ser cierta esa propuesta, dijo Jiménez: “Es una trampa más (de Ortega) para seguir él imponiendo la ilegalidad en el país. La ley de la Policía establece un traspaso para este año en la lógica de la estructura, de la nomenclatura de la Policía Nacional. Si se diera una propuesta de ese tipo y fuera aceptada en el ámbito de la estructura de la Policía, eso a todas luces estaría dando muestra de que la institución como tal decide a partir de su jefatura irse por el camino de la ilegalidad, y eso implica un alineamiento a la posición de Daniel Ortega, de hacer colapsar todo el orden institucional y con ellos todas las instituciones”, sostuvo Jiménez.

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