Las tan promocionadas playas de San Juan del Sur se convirtieron en uno de los destinos más caros para disfrutar de las vacaciones de Semana Santa. Muchos veraneantes se quejaron de las altas tarifas por ingreso y parqueo que impuso la Alcaldía así como de los precios de alimentos y bebidas.
Además del cobro de entre treinta y cien córdobas que desde hace varios años se hace a cada conductor de vehículo que ingresa al municipio, de acuerdo a su tipo, la Alcaldía adicionó un nuevo arancel, de cien córdobas, en concepto de parqueo.
Antes que los visitantes terminaran de parquear sus vehículos en las calles de la ciudad, personal debidamente identificado se acercaba para cobrar. Además, explicaban que mover el vehículo a otra calle o permanecer por más de 12 horas en el mismo sitio implicaba pagar nuevamente la tarifa.
“Pero esto le garantiza que nadie le chapee o raye su carro”, respondían ante la queja de los conductores.
“Cien pesos es demasiado, ya pagamos otros cien cuando entramos. Seguro quieren que solo vengan los ricos, porque ellos solo dan la dirección de sus casas y los dejan pasar hasta por donde está prohibido y no les cobran nada”, dijo Flor Jarquín, quien viajó desde Tipitapa para disfrutar de las heladas aguas del puerto.
Otra queja de los veraneantes era el alto costo de los alimentos y bebidas en los restaurantes, ya que las tradicionales comiderías prácticamente desaparecieron.
Incluso algunos pequeños comerciantes se quejaron de que las grandes empresas les “quebraron el negocio”. “Es que la Alcaldía solo le dio permiso a los restaurantes de marca, hasta las empresas de gaseosas y cerveza tienen sus puestos rodantes. Entonces con ellos no se puede competir”, expresó Milton Salcedo, vendedor ambulante de refrescos.
Aunque durante el fin de semana la bahía lució más vacía que en otras temporadas, Pedro José Solís Mena, coordinador del Comité Municipal de Prevención de Desastres (Comupred), detalló que la afluencia de veraneantes fue similar a la de otros años. Se calcula que al mediodía del Sábado de Pascua unas diez mil personas se encontraban en San Juan del Sur.
Fue evidente la ausencia de la Cruz Roja, pero el Comupred, en coordinación con la Defensa Civil y la Fuerza Naval, asumieron la protección de los bañistas, habilitando seis puntos de observación en los que prestaron servicio 22 personas entre rescatistas y personal de apoyo.
También se instaló un puesto médico permanente a cargo de la doctora Natalia Baldelomar, en el que además de brindar consultas se practicaron pruebas de VIH y se regalaban preservativos.
Solís Mena lamentó que después de cinco años de no registrar ningún ahogado en la zona, en esta semana se hayan reportado cuatro.
El funcionario atribuyó los decesos a la falta de cumplimiento de las disposiciones, ya que dos de ellos murieron en zonas donde estaba prohibido bañarse y no había presencia de rescatistas.
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