miércoles, 13 de abril de 2011

El fiscal pone a Mubarak bajo arresto por la represión de la revuelta y por corrupción


El expresidente de Egipto Hosni Mubarak fue interrogado ayer por la muerte de manifestantes en la revuelta que en febrero acabó con su régimen de 30 años y por delitos de corrupción. El interrogatorio tuvo que ser interrumpido porque Mubarak sufrió una crisis cardiaca y tuvo que ser ingresado en un hospital. Aunque los interrogatorios no han terminado, la Fiscalía egipcia ha ordenado que Mubarak sea puesto bajo arresto durante al menos 15 días mientras es investigado, según ha informado la televisión pública Nile. También han sido puestos bajo arresto sus dos hijos, Alaa y Gamal.

Según ha explicado el portavoz de la Fiscalía, el expresidente ha sido puesto bajo arresto por la investigación que se le sigue por la muerte de manifestantes en las protestas a manos de las fuerzas del orden. Unas 800 personas murieron durante el levantamiento popular que terminó con los casi 30 años de régimen de Mubarak. También se ha ordenado la detención durante 15 días de los dos hijos del expresidente, Gamal, considerado el sucesor, y Alaa, por la misma investigación, según un comunicado de la Fiscalía colgado en su página de Facebook. El fiscal ha explicado que los interrogatorios, tanto de Mubarak como de sus hijos no tuvieron lugar en El Cairo por motivos de seguridad. Por el momento, Mubarak sieguirá en el hospital, mientras que sus hijos han sido trasladados a la prisión de Tora, en El Cairo, según ha informado una fuente de seguridad.

La detención de Mubarak y sus hijos puede aliviar el descontento de muchos de los protagonistas de la revolución, que siguen manifestándose cada viernes en la plaza Tahrir de El Cairo para exigir a las autoridades militares que asumieron el poder tras la caída de Mubarak el procesamiento del exdictador y la pronta puesta en marcha de las reformas democráticas que exigían. Sin ir más lejos, el pasado viernes, la concentración de protesta en Tahrir degeneró en disturbios, reprimidos por el ejército, que se cobraron la vida de dos personas. Algunos piensan que los militares tratan de proteger a Mubarak, que fue militar y que durante décadas fue su jefe.

Hospitalizado

Mubarak está desde ayer en un hospital de Sharm el Sheij, la ciudad donde se refugió con su familia cuando huyó de El Cairo y abandonó el poder el pasado 11 febrero. Fue trasladado allí después de sufrir una "crisis cardiaca" cuando estaba siendo interrogado sobre supuesta malversación de fondos públicos y la muerte de manifestantes durante la represión de las revueltas que acabaron con su régimen.

En las últimas semanas habían surgido especulaciones sobre que el exmandatario de 82 años tenía problemas de salud, que asesores negaban constantemente. El expresidente fue operado en Alemania en marzo de 2010 de la vesícula.

El ministro egipcio de Salud, Ashraf Hatem, explicó por la noche que Mubarak permanecía estable y añadió que los interrogatorios ante el juez continuarán en el hospital. Un gerente del hospital ha informado a la cadena Al Arabiya que el exmandatario se encuentra en condiciones de poder contestar a preguntas.

La fiscalía ordenó el domingo interrogar al expresidente y a sus dos hijos, Gamal y Alaa. Aunque varios países han congelado los bienes de la familia, Mubarak negó ese mismo día en un mensaje grabado que se hubiera enriquecido durante sus 30 años en el poder: "No tengo cuentas fuera de Egipto. Los egipcios pueden estar seguros de que su anterior presidente solo tiene una cuenta en el país, en un banco egipcio".

El ministro de Justicia egipcio, Mahmud el Guindy, informó de que una delegación egipcia viajará por varios países en los próximos días para realizar un inventario de las cuentas y bienes que Mubarak tiene en el exterior.

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