viernes, 29 de abril de 2011

La fiesta ya ha empezado


Londres se ha despertado temprano pero se ha desperezado poco a poco. Varios cientos de personas han pasado la noche al raso o en pequeñas tiendas de campaña para asegurarse las mejores vistas de la entrada de la abadía de Westminster o las primeras filas a lo largo del recorrido que harán los novios desde la abadía hasta el palacio de Westminster, pero las calles de la capital estaban casi desiertas a primera hora del día.

Para un madrugador, llegar al centro ha sido coser y cantar. El tren de las 7.45 desde South Hampstead hasta Euston ha llegado desde Watford con puntualidad y casi vacío. Poco más de cinco minutos después, este cronista estaba ya en Euston: la estación, animada pero sin aprietos, con muchos policías a la vista -además de aquellos que no se ven...- y algunas entradas del metro, cerradas.

¿Por qué? Porque si algo saben en este país es manejar muchedumbres: al concentrar los accesos al metro en determinados puntos se puede pausar el acceso de los viajeros a los andenes y evitar agobios. El paseo hasta el centro ha sido una delicia. Las calles, casi vacías. El cielo tapado pero sin amenaza de lluvia. La temperatura, fresquita pero agradable.

Tottenham Court Road, el Soho, Chinatown: calles vacías, como corresponde a un día festivo de buena mañana. En Tottenham Court Road, muchas camionetas policiales aparcadas con relativa discreción, con los agentes descansando por si han de intervenir más tarde. Esta zona, cerca de Oxford Street y no lejos de Regent Street, es una de las preferidas por los grupos de jóvenes no tan jóvenes- anarquistas para mostrar su desprecio al capitalismo reventando escaparates comerciales.

En Soho Square, una pareja de policías se interesan por un joven que está sentado en un banco; difícilmente habrá cumplido ya los 15 años y su solitaria presencia allí le sorprende. Demasiado joven para haber pasado la noche de juerga... A partir de Piccadilly, las cosas ya han cambiado. Manadas de gente salían a las nueve de la mañana desde el metro de Piccadilly hacia la cercana plaza de Trafalgar y el Pall Mall, aunque desde ahí ya no se podía alcanzar el Mall, por donde pasará el cortejo nupcial trasel enlace.

A esas horas, la plaza de Trafalgar estaba ya abarrotada, con la gente tomando posiciones para contemplar la ceremonia desde varias pantallas gigantes. Locales y forasteros van engalanados con todo tipo de parafernalia inspirada en la Union Jack, la bandera de Reino Unido, en lo que promete acabar siendo un gran día no solo para la pareja, sino para la monarquía que representan. No hay ninguna duda: la fiesta ya ha empezado.

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