Observación electoral en todos sus niveles es lo que de manera casi unánime demanda la ciudadanía nicaragüense para los comicios generales que se celebrarán en noviembre del 2011, sin importar la ideología política que profesen.
Según los resultados de la última encuesta del Sistema de Monitoreo de Opinión Pública (Sismo), de la empresa M&R Consultores, el 93.8 por ciento de la población estima que para garantizar un proceso electoral limpio y transparente es condición indispensable la observación electoral.
Esa afirmación la respalda el 94.5 por ciento de quienes se identifican como opositores, seguidos por el 93.7 por ciento de independientes y el 93.6 por ciento de sandinistas.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) no se ha pronunciado sobre las reglas del juego que regirán para la observación electoral, aunque en el calendario electoral aprobado por el cuerpo colegiado lo estableció como acompañamiento electoral, cuyo reglamento será aprobado y emitido hasta en agosto del 2011.
OBSERVACIÓN DESDE YA
El 93.4 por ciento se inclina porque el Gobierno de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega, convoque a los organismos de observación nacional para que de inmediato verifiquen la legalidad y la transparencia de la cedulación y del proceso electoral en general.
Nuevamente, los que se identifican como opositores respaldan este criterio con el 95.6 por ciento, mientras que los independientes lo hacen en 94.6 por ciento, más el 91.3 por ciento de quienes se identifican como sandinistas.
Acreditar a organismos de observación electoral a lo inmediato es imperativo para algunos sectores, para que no se limite a que haya únicamente turismo electoral.
Durante las elecciones municipales del 2008, el Poder Electoral excluyó del proceso a organismos de observación nacional, entre ellos Ética y Transparencia y el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade), con el argumento de que se han convertido en organizaciones políticas, por el hecho de cuestionar decisiones tomadas por los magistrados electorales.
Entonces, el CSE sólo acreditó a organismos de observación afines al Gobierno, entre los que destacó el Consejo de Expertos Electorales Latinoamericanos (CEELA) que respaldó todo lo actuado por el Poder Electoral, a pesar de las denuncias de fraude, que pronto fueron demostradas con documentos por los partidos de oposición.
QUIEREN LEGITIMIDAD
Otro aspecto relevante de la encuesta realizada por M&R es que el 89.3 por ciento de los ciudadanos opina que, para que los resultados electorales del 2011 cuenten con legitimidad y reconocimiento de la comunidad internacional, el Gobierno debe invitar a organismos internacionales de observación para verificar el proceso electoral.
Raúl Obregón, gerente general de M&R, dijo que una de las razones por las que los ciudadanos sandinistas demandan observación y que ésta no sea limitada, es que quieren que un eventual gobierno de su partido —de obtener otra victoria electoral— sea reconocido sin cuestionamientos, tanto por la sociedad nicaragüense como por la comunidad internacional.
Sobre el acompañamiento electoral, como mecanismo de observación en Nicaragua, algunos analistas consideran que el CSE pretende así limitar el trabajo de los observadores.
En ese sentido, el 88.6 por ciento de los encuestados señala que los observadores electorales deben tener la libertad de emitir públicamente opiniones y/o críticas acerca del trabajo que están realizando en el proceso electoral.
El presidente de facto del CSE, Roberto Rivas Reyes, en una ocasión dijo que no descartaba que cualquier observador, que emitiera una opinión contraria a la labor que realizara ese Poder del Estado, podía ser expulsado del país.
A eso se opone el 66.5 por ciento de la ciudadanía.
U.E. DEFENDERÁ SUS VALORES
El embajador de la Unión Europea (UE), Mendel Goldstein, dijo que el 2011 será un “año complicado” para Nicaragua, por ser electoral, por lo que sugirió tomarlo con calma.
Manifestó su esperanza de que quienes hagan el acompañamiento electoral puedan llegar al país antes de la última fase de las elecciones, para que tengan una visión más amplia e información sobre el proceso.
“Nosotros vamos a definir nuestra posición, en función de lo que pasa en este país, como en otros países. Tenemos ciertos valores que defendemos en la Unión Europea”, precisó Goldstein.
Agregó que en Europa “no se levantan todos los días pensando en Nicaragua”, pero insistirán en el diálogo con el Gobierno, y al igual que otros donantes defenderán valores de gobernabilidad, que implican elecciones libres y transparentes y separación de los poderes del Estado.
Goldstein recordó que la UE ha expresado su preocupación al gobierno de Daniel Ortega por la falta de elección de 25 funcionarios públicos; y espera que esa situación se pueda resolver antes de las elecciones nacionales, debido a la formación ilegítima en que está el CSE.
CONFIANZA EN OBSERVADORES
El 37.9 por ciento de los encuestados considera positivo el papel observador de la Organización de Estados Americanos (OEA), contra el 16.3 por ciento que lo valora como negativo.
El presidente Ortega ha cuestionado en varias ocasiones el trabajo de la OEA como observador, a quien acusó de respaldar un fraude en 1996.
El Centro Carter ocupa el segundo lugar de percepción positiva en la encuesta, con el 36.9 por ciento.
Las misiones observadoras que obtienen las calificaciones más altas son las de la UE y los organismos nacionales Ética y Transparencia e Ipade.
Ética y Transparencia logra el 48.5 por ciento de valoración positiva por su labor de observación, seguido por la UE con el 44.8 por ciento. Ipade obtiene el 40 por ciento.
En la valoración negativa, Ipade tiene 13.7 por ciento, le sigue Ética y Transparencia con 13.4 por ciento y la UE con el 10.2 por ciento.
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