miércoles, 29 de diciembre de 2010

Prepare sus propósitos 2011


Con la llegada de un Nuevo Año, parecen abrirse automáticamente la posibilidad y la expectativa de un cambio. Algo termina y algo empieza y esa sensación de final y principio de ciclo nos acerca más a la oportunidad de transformación: nos planteamos nuevas metas y nos proponemos reemplazar los hábitos nocivos por otros saludables y mejorar algunas parcelas “torcidas” de nuestra vida.

Los expertos mencionan una serie de consejos y estrategias sencillas y eficaces para perseverar en los propósitos y no abandonar en el intento.

Usted puede lograrlo

El primer paso para lograr algo consiste en cultivar el concepto de auto-eficacia, es decir las expectativas y la confianza en uno mismo, en que uno es capaz de enfrentarse con éxito a diferentes situaciones. Ésta es la gran llave para prevenir las recaídas en los viejos hábitos y la inercia. Cuando uno se siente auto-eficaz, se percibe a sí mismo en posesión del control de su vida control: se convence del poder de su propia mente y de sus potenciales internos.

Dejar de ser sedentario

Entre el trabajo y la vida social es necesario hacer un campo para realizar alguna actividad física. El ejercicio diario es importante, pero no sólo tres o cuatro veces a la semana, sino todos los días durante al menos 30 minutos.

Entre otros beneficios, el ejercicio consume el azúcar extra en la sangre, por lo que la persona puede tener niveles normales. Además de esto, te mantiene en forma y es una herramienta positiva para bajar de peso, siempre y cuando se realice con una dieta balanceada guiada por un especialista.


Cuestione frases que se dice de usted mismo

¿Se repite que no es capaz, que nunca lo conseguirá, que es imposible? Estos pensamientos ocurren de forma casi automática, pero no existen razones evidentes para sostener esos puntos de vista. Escriba las ideas negativas que le vienen en esas situaciones que le causan ansiedad o malestar y evalúe la situación de una forma más racional.

Pruebe algo diferente

Deje de lado todo aquello que ha intentado para solucionar su problema o conseguir su meta y que no le haya funcionado. Al hacer más de lo mismo lo único que consigue es perpetuar ese problema. En lugar de ceñirse siempre al sentido común es más práctico preguntarse a sí mismo: ¿qué es lo que hice bien en el pasado y que realmente funcionó?

No busque la perfección

Acepte que puede haber fracasos, pero éstos son solamente algo molesto, no significan que nunca más tendrá éxito. Suponen aceptar que es una persona con fallos: un ser humano. No se critique ni castigue por ello porque es algo completamente inútil, destructivo y le aleja de conseguir sus metas.

Fíjese en la meta

Por más favorable y positivo que sea su propósito, no basta con enunciarlo: tiene un camino que recorrer para llegar a conseguirlo. Mire los pasos que debe dar y los tiempos que le llevará cumplir cada uno de ellos. Toda meta requiere un esfuerzo que hay que programar, con plazos y una inversión de tiempo, energía y dinero. Analice con qué recursos cuenta o debe conseguir para conseguir el fin que persigue, y dispóngalos en un marco temporal adecuado.

Persiga los fines

Los objetivos deben ser realistas, estar dentro de la propia capacidad, y poder lograrse con los recursos que se tienen o puedan obtener. De lo contrario corre el riesgo de embarcarse en un sueño o hacer magia. Pero tarde o temprano despierta viendo que no se pueden conseguir. Además es bueno poder verificar los avances que se van haciendo paso a paso, para reforzar el ánimo y el empeño.

Cuidar la salud

El estilo de vida actual, el estrés, la mala alimentación y el sedentarismo afectan la salud y son factores detonantes para enfermedades. Es importante reducir el consumo de sodio (sal) para mantener niveles óptimos de presión arterial; llevar una alimentación balanceada que incluya disminuir el consumo de grasas saturadas, como la carne roja, los embutidos, los productos lácteos y derivados; incluir frutas en la dieta, y hacer del ejercicio un hábito, mínimo 30 minutos al día.

Concédase un premio

Cada vez que emita una respuesta adecuada, por ejemplo dejar de fumar un cigarrillo o tomar la comida del régimen para adelgazar, puede darse un premio o realizar alguna actividad que le resulte gratificante.

Propóngaselo de verdad

Si hace algo bueno por usted, también le vendrá bien a lo demás, pero ello no significa que intente lograr algo para satisfacer las expectativas o deseos ajenos. Si hace algunos por algunos de sus padres, por su pareja u otra persona a la que quiere satisfacer o agradar, puede que se esté limitando o contrariando a sí mismo. Si intenta hacer cosas que no quiere hacer o deja de lado las que realmente desea, sólo conseguirá sentirse mal y probablemente fracasar o abandonar.

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