Aníbal Alejandro Hidalgo Estrada, un hombre de 44 años de edad, fue el primer miembro de Transportes López en ser detenido por la Policía Nacional como sospechoso de pertenecer a una célula nicaragüense que coopera con el cártel de Zacapa, un grupo guatemalteco de traficantes de droga, que pertenece al cártel de Sinaloa, de México.
La Policía Nacional realizó la captura entre el 24 y el 26 de diciembre, luego de descubrir que los 334.294 kilogramos de cocaína decomisados en la frontera con Costa Rica en vísperas de Navidad, eran transportados en un furgón de Transportes López, porque aparentemente esta empresa brinda servicios de logística a traficantes internacionales, en este caso, al cártel de Zacapa.
La información fue brindada en rueda de prensa este lunes por la Comisionada Mayor Glenda Zavala, jefa de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de la Policía Nacional, y por el Comisionado Mayor Esteban Guido, de la Dirección de Investigación de Droga, de la misma institución.
La captura se realizó durante un operativo policial que dejó en evidencia toda la red logística que supuestamente Transportes López tiene a disposición de los narcotraficantes, tanto de vehículos como de personal, así como sus métodos de trabajo.
La Policía libró de responsabilidad a la Iglesia católica de Nicaragua y Costa Rica.
En ambos países, la Iglesia católica no está relacionada con el tráfico ilegal de drogas.
“Este caso fue una donación (de juguetes) que venía destinada a niños nicaragüenses y el narcotráfico se vale de ello, así como se infiltran en donaciones se infiltran en instituciones... el padre Sergio Valverde (de Costa Rica) la entrega (la donación) a una agencia aduanera, ésta contrata un transporte y es en el transporte que se encuentra la droga embalada en cajas distintas a la donación”, explicó Guido.
Zavala aseguró que la Iglesia Inmaculada Concepción de María, destinataria de la donación, puede retirar los juguetes en la Dirección General de Aduanas.
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