Reflexión. Ésa es la petición que Eduardo Montealegre Rivas, de la Bancada Democrática Nicaragüense (BDN), hizo a sus homólogos en el Poder Legislativo, para que se proceda a la elección de los 25 funcionarios públicos, sobre todo a los magistrados del Consejo Supremo Electoral (CSE), cuyos períodos vencieron entre febrero y julio del presente año.
Montealegre dijo que es responsabilidad de todos los parlamentarios el que se proceda a la elección de los magistrados del Poder Electoral, para garantizar un proceso transparente.
“Hoy en día estamos siete a cero, con un presidente de facto, más un Consejo Supremo de facto. Lo que tenemos que meditar todos los diputados es qué debemos hacer de cara al próximo proceso (electoral)”, indicó el parlamentario.
Acto seguido se preguntó si “¿será mejor que quede ese siete (magistrados) a cero? o ¿será mejor que quede cuatro (magistrados) a tres? Aunque quede el mismo presidente (en alusión a Roberto Rivas Reyes), pero que tengamos tres por lo menos que defiendan el voto, la transparencia”.
Montealegre aclaró que esa posición no significa que oficialice su respaldo a la reelección de Roberto Rivas como magistrado electoral, pero reconoció que es uno de los principales obstáculos para que hasta el momento no se haya logrado el cambio en Poderes e instituciones del Estado.
Por su parte el presidente del Partido Conservador (PC), Alejandro Bolaños Davis, al conocer la propuesta de Montealegre recordó que planteó esa misma posibilidad, pero que a diferencia de Montealegre, fue acusado de “pactista y de haberme vendido al Frente Sandinista”.
Bolaños considera que la bancada oficialista no tendría mayores inconvenientes en otorgar una cuota a la oposición, ya que necesita legitimar el proceso electoral, el cual es vulnerable ante los precedentes de fraude en los procesos electorales del 2008 y marzo del 2010, en los cuales se acusó a las autoridades del Poder Electoral de fraguar un fraude que benefició al partido de Gobierno y que ha provocado el descrédito de ese Poder del Estado.
A juicio de Bolaños Davis, los nicaragüenses mostrarían un poco más de confianza a un CSE integrado por al menos tres ciudadanos probos, a propuesta de los sectores de oposición, que igual pueden provenir de la sociedad civil.
“Es preferible tener tres o cuatro magistrados probos, a que los siete sean malandrines”, observó Bolaños Davis, quien le recordó a Montealegre aquello de “que el tonto hace al final lo que el vivo hace al inicio”.
Enrique Sáenz, del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), coincidió en la necesidad de buscar garantías para que los resultados de los comicios nacionales no sean cuestionados, lo que pasa porque el Poder Electoral sea conformado por ciudadanos imparciales, lo que no ocurriría de mantenerse el status quo.
“Ese derecho (de elegir y ser electo) de ninguna manera se va a respetar si queda uno solo de los mafiosos, de los usurpadores que están en el Consejo actual”, adujo Sáenz.
Para Sáenz no existe voluntad política del oficialismo por elegir a los 25 funcionarios públicos, principalmente a los magistrados electorales, debido a que su principal interés es que en el CSE hayan “mandaderos” del presidente Daniel Ortega.
Aunque no descarta analizar el votar por la elección de los nuevos magistrados electorales, Sáenz dijo que en el caso de su bancada no votaría por la reelección del presidente de facto del CSE, Roberto Rivas.
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