
Posiciones de completo rechazo al proyecto hidroeléctrico Brito es lo que se percibe en las comunidades de Boca de Sábalos y El Castillo, a unos 70 kilómetros de San Carlos, departamento de Río San Juan.
Desde que a mediados del 2010 llegó a las comunidades del río San Juan un equipo del grupo Andrade Gutiérrez y representantes de las instituciones de Gobierno para presentar el proyecto, los pobladores y organizaciones no gubernamentales dijeron “no”.
A partir de ahí, la idea de desarrollar un proyecto hidroeléctrico en el lago de Nicaragua fue tema de discusión por especialistas ambientales durante varias semanas, quienes argumentaron que el proyecto Brito desataría una serie de problemas ambientales que calificaron de “irreparables”. Sin embargo, representantes de Andrade Gutiérrez (empresa a cargo del proyecto hidroeléctrico), dijeron estar comprometidos con el desarrollo sostenible, por lo que estudian las mejores condiciones para la ejecución del mismo. Los científicos Salvador Montenegro y Jaime Incer Barquero, especialistas en recursos acuáticos y medioambiente, consideran que el proyecto traerá daños irreparables a los ecosistemas del lago Cocibolca, el río San Juan y la costa del Pacífico, frente a Rivas. Uno de los principales impactos es el desequilibrio ecológico que causaría represar las aguas del Cocibolca, asegura Salvador Montenegro, del Centro para la Investigación de Recursos Acuático (CIRA), quien explica que la fauna acuática que llega a desovar al lago a través del río San Juan no podrá entrar por la construcción de la presa sobre el río. El río San Juan es utilizado como corredor biológico de diversas especies acuáticas, sin embargo con la construcción de la represa la movilización de la especies se verá limitada. “Especies acuáticas como sábalos y tiburones no tienen la capacidad de saltar las gradas o escaleras que instalarán para que suban”, dijo Montenegro. Asimismo explicó que la presencia de estas especies en el lago es indispensable para que se mantenga la cadena trófica de la fauna acuática en el lago Cocibolca. Para este especialista, además, no tiene sentido ampliar, con el dragado que actualmente se está realizando en el cauce del río San Juan si se construye un muro que retenga la corriente de agua. “Con el dragado del río San Juan teníamos la esperanza de que el flujo de tiburones desde el Caribe hasta el lago aumentaría, ahora si se construye la presa el esfuerzo de nada sirve”, señaló. Según Montenegro, la navegabilidad en el río no se perderá, pero solo podrán pasar algunas lanchitas en el hilito de agua que quede. “No así el flujo comercial que se esperaba con el dragado”. Las organizaciones no gubernamentales que trabajan por la sostenibilidad de los recursos en Río San Juan también se han manifestado en contra del proyecto. “Pareciera que lo único importante es que pase un bote sobre el río, pero qué pasa con toda la vida de esta área, aquí todo se mueve en torno al ecosistema acuático, todo en torno al río”, dijo Teresa Mariscal, de la Fundación del Río. Mariscal sostiene que el proyecto Brito atenta contra el desarrollo sostenible que promueven en las comunidades del río. “Como Fundación del Río promovemos que cuiden el río y los recursos para que los pobladores mejoren sus ingresos con el ecoturismo, sin embargo con el proyecto Brito prácticamente el río desaparece, señaló Saúl Obregón, especialista de esta Fundación. Para Obregón la idea de poner un tapón para elevar el nivel del lago y desviar el cauce natural para llevarlo hasta Rivas es descabellada. El río San Juan es un destino turístico de naturaleza, “los turistas vienen a ver los árboles, el río, las especies y no una represa”. La Fundación del Río está apoyando a los pobladores de El Castillo para decirle “no a Brito” quienes junto a la Alcaldía municipal de Boca de Sábalos enviaron al Gobierno central un pronunciamiento de rechazo al proyecto. Como presidente del gabinete turístico, Danny Aragón considera que con la construcción de la presa el turismo desaparecía. “La mayoría de los pobladores de la comunidad El Castillo (sitio donde se construirá una de las represas) vive del turismo y la pesca, la construcción de esta represa acaba con las opciones de trabajo de esta población”, manifestó. Propietarios de hoteles, de comedores y comerciantes de la zona se sienten amenazados por la construcción de la presa. Yerleni Obregón, de 36 años, elabora artesanía desde hace más de 20 años. Su creatividad y arte para el diseño de sus piezas la ha hecho una microempresaria reconocida en El Castillo. Sus piezas se venden muy bien a turistas que visitan esta comunidad. Para esta artesana la construcción de la presa acabaría con su empresa porque los turistas no visitarían más el lugar. “Los turistas no están interesados en ver un muro de concreto (presa) porque de esos tienen de sobra”, dijo. Según Salvador Montenegro estos impactos sociales y ambientales son principios básicos para que no se continúe con la idea de desarrollar Brito. “El ecosistema del lago de Nicaragua está muy destruido, por qué primero no invierten en un proyecto para recuperar el lago y después definir un uso”, señaló Montenegro. Contrario a lo expuesto por la población y los especialistas ambientales, los empresarios de Andrade Gutiérrez, a cargo del proyecto Brito, sostienen que el proyecto será sostenible o de lo contrario no se realizaría. Alberto Vega, de la firma consultora Environmental Resources Management (ERM), es el especialista ambiental a cargo de los estudios de impacto ambiental del proyecto hidroeléctrico. Desde su experiencia, Vega asegura que Brito traerá un avance en el desarrollo del país a través de la producción de energía limpia renovable. Según Vega, con Brito se van a reducir las emisiones de dióxido de carbono y se dependerá menos del combustible fósil, al crear energía limpia sin utilizar petróleo. Vega ha trabajado en más de 10 estudios ambientales para hidroeléctricas y asegura no estar dispuesto a arriesgar su carrera por destruir un ecosistema tan importante como el del lago y el río San Juan. “Vamos a estudiar en detalle muy bien las zonas y las condiciones del lago de Nicaragua para que las medidas de mitigación, prevención y compensación sean las adecuadas”, agregó. Según Vega, todo proyecto tiene sus impactos positivos y negativos, para los impactos negativos de Brito se buscarán las opciones más viables para compensar el posible daño. Andrade Gutiérrez, la empresa oferente de Brito, tiene proyectos de infraestructura en más de 30 países alrededor del mundo y más de 60 años de experiencia. BRITO BLOQUEARÍA CORREDOR BIOLÓGICO DEL SAN JUAN
TURISMO DESAPARECERÍA
BRITO SIGNIFICARÁ MÁS ENERGÍA LIMPIA Y MENOS USO DE PETRÓLEO
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