martes, 5 de abril de 2011

Gbagbo negocia su rendición en Costa de Marfil


La batalla en Abiyán, capital económica de Costa de Marfil, entre los partidarios del presidente saliente, Laurent Gbagbo y los del electo, Alassane Ouattara, está creando una situación humanitaria "absolutamente dramática", según la ONU, aunque parece que su resolución está cerca de producirse. Así lo ha estimado el ministro de Defensa de Francia, Gerard Longuet, quien ha dicho en París que la crisis se resolverá "en las próximas horas". Según el titular de Exteriores francés, Alain Juppé, Gbagbo está negociando ya la rendición.

Con explosiones y enfrentamientos por toda la ciudad, la batalla entre ambos bandos entró ayer en una fase definitiva. Con la ayuda de helicópteros franceses y de la misión de la ONU en el país, que han debilitado la artillería de los leales a Gbagbo, los partidarios de Ouattara lanzaron el asalto final, atacando la residencia oficial de Gbagbo, donde se encuentra refugiado con su familia, y el palacio presidencial.

Con el recrudecimiento del combate, la situación humanitaria en Abiyán se ha vuelto "absolutamente dramática", según la Oficina para los Derechos Humanos de la ONU. Las ambulancias no pueden recoger a los heridos y tampoco se puede acceder a los civiles. Habla de "decenas de muertos" en los combates de los últimos días entre los fieles de Gbagbo, que se niega a desalojar el poder pese a haber sido derrotado en noviembre en las urnas por Ouattara, en unas elecciones certificadas por la ONU, y los del presidente electo. "Estamos extremadamente preocupados por la situación de los civiles en una ciudad tan importante, de millones de habitantes", ha explicado en rueda de prensa Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Añade que se está usando "armamento pesado en zonas con gran densidad de población". Por su parte, desde Ginebra, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), describe una situación de caos: "Hay explosiones continuas por toda la ciudad; los hospitales están cerrados, no se pueden trasladar enfermos porque si las ambulancias se atreven a salir son tiroteadas; los servicios públicos no funcionan, por lo que hay decenas de cuerpos sin vida tirados en las calles y que nadie recoge", ha descrito en rueda de prensa Elisabeth Byrs. Coincide más o menos con el diagnóstico que hace la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).

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