lunes, 13 de diciembre de 2010
Cuando internet se catapultó al centro de la diplomacia mundial
AFP - WASHINGTON - 10:04 - 13/12/2010
El cargamento de cables diplomáticos estadounidenses filtrados en línea por el sitio web WikiLeaks en 2010 significó un paso clave en la evolución de internet, que dejó clara su gran influencia en los acontecimientos del mundo actual.
Las revelaciones de WikiLeaks recordaron el caso Napster, la página web que en 1999 cambió para siempre la industria de la música al hacer disponibles gratuitamente centenares de miles de canciones, modificando lo que hasta entonces fue la relación entre los productores y los consumidores del sector.
¿Tendrá WikiLeaks el mismo efecto en materia diplomática, en cuanto a transparencia y libertad de expresión? Esa es la pregunta que en este momento intentan responder los medios, los gobiernos y los expertos.
WikiLeaks argumenta que la publicación de cientos de miles de documentos confidenciales sobre las guerras en Afganistán e Irak e intercambios de diplomáticos estadounidenses sacan a la luz abusos militares y "contradicciones entre la imagen pública de Estados Unidos y lo que se dice a puertas cerradas".
Sus detractores afirman que la divulgación de cables secretos constituye un crimen cometido por un soldado estadounidense disgustado, que recibió ayuda de alguien que se autoproclama como un defensor de la verdad, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange. "Como mucha gente, tengo sentimientos encontrados frente a WikiLeaks", dice el prominente escritor estadounidense que estudia los efectos sociales y económicos de internet, Clay Shirky.
Ciudadanos deben conocer lo que "dice y hace" el Estado
"Los ciudadanos en una democracia que funciona deben poder conocer lo que el Estado dice y hace en su nombre", dice Shirky en su website, Shirky.com. Pero "los humanos no pueden soportar la transparencia absoluta", ya que para alcanzar consensos a veces las personas "deben poder emitir opiniones en privado que en público abjurarían", dice Shirky. "WikiLeaks atenta contra esa posibilidad", agrega.
El cofundador del blog de tecnología y política techPresident.com, Andrew Rasiej, ve a WikiLeaks como "un momento Napster en la evolución de cómo la tecnología cambia las relaciones entre las personas y los gobiernos". "La manera en cómo pensamos el poder se alteró como resultado de internet", declaró Rasiej. "Espero que cuando todo se calme el gobierno reconozca que tiene que luchar por la apertura y la transparencia y usar la confidencialidad en ocasiones excepcionales", señaló.
Rasiej se mostró preocupado por la posibilidad de que en vez de abocarse a una mayor transparencia, "los gobiernos traten de encontrar un remedio que sea peor que la enfermedad". El experto en seguridad informática del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, James Lewis, indicó que las medidas drásticas podrían ser un legado de WikiLeaks.
En el caso de Napster, la página fue eventualmente cerrada por las cortes, pero su sistema fue copiado por una miríada de páginas web. "En diez años nadie mirará hacia atrás y dirá que WikiLeaks fue positivo", expresó Lewis. "Pueden haber tenido buenas intenciones en un comienzo pero va a resultar en todo lo contrario", señaló.
"La gente de WikiLeaks ha sido irresponsable y va a generar una respuesta y la respuesta tratará de impedir una conducta similar en el futuro", sostuvo Lewis. "Ningún gobierno o empresa está feliz con la posibilidad de que alguien pueda robar su información y esta gente pueda publicarla", agregó.
Este episodio debe servir para que las sociedades debatan francamente sobre la transparencia de todo gobierno, dijo el analista Jeff Jarvis, en un artículo en la publicación alemana Welt am Sontag, republicado por su blog Buzzmachine.com. "Hoy, en la era de internet, el poder cambia de manos entre aquellos que tienen secretos y aquellos que buscan transparencia", señaló Jarvis. "Esa es la realidad que se va configurando", agregó.
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