domingo, 12 de diciembre de 2010
Coronación empañada
En medio de un cuestionable arbitraje de René Guerrero, el Walter Ferreti ganó el Torneo Apertura de Futbol, pese a que cayó 2-1 (2-2 en el global) ante los Caciques del Diriangén, la tarde de ayer en el estadio Cacique de Diriamba.
El conjunto capitalino llegó al encuentro con la ventaja del 1-0 del partido de ida, así que su gol de visitante le aseguraba la corona en este torneo.
Los diriambinos, que suelen crecer como locales, brindaron una buena presentación futbolística durante los primeros 45 minutos del duelo.
Remy Vanegas y Marcos Méndez abrieron por la bandas jugadas ofensivas que desequilibraron la defensa del rival y que nuevamente fueron controladas por el portero, Denis “El Pulpo” Espinoza.
Una de las mejores jugadas del partido fue el centro de Méndez que Jorge Portocarrero definió de cabeza, pero que el juez central del partido pitó inválida por una supuesta mano, que no se miró con claridad. Esta fue la primera decisión del árbitro que provocó la crítica de la barra cacique.
A pesar del dominio total del partido, el Diriangén no podía encontrar la manera de derribar la fuerte barrera que representó Espinoza bajo los tres palos del marco, hasta que dos minutos antes de finalizar el primer tiempo, un centro de Méndez habilitó a Marcos Román para marcar el 1-0 a favor de los locales.
En la segunda parte el juego no bajó de intensidad, pero el Ferreti pudo encontrar el tanto que le dio el empate por la vía del penalti. El encargado de cobrar la falta fue el arquero Espinoza, quien igualó las acciones a los 66 minutos. Fue justamente Espinoza quien se convirtió en la figura principal que le dio la corona al equipo capitalino.
Con el empate el Ferreti tenía asegurada el triunfo del torneo, pero el Diriangén no se daba por vencido. A los 87 minutos otro excelente centro de Méndez habilitó a Vanegas, para que éste sentenciara el segundo gol de los diriambinos.
Momentos después una clara falta en el área de la defensa del Ferreti sobre Juan Carlos Narváez fue obviada por Guerrero y los árbitros de línea.
La decisión del árbitro exaltó a los jugadores del Diriangén en el terreno de juego. El primero fue el mismo Narváez, quien empujó a Rogelio Espinoza, el árbitro de línea; luego hubo reclamos de David Solórzano y Donald Parrales.
El cuerpo técnico del conjunto diriambino tuvo que intervenir para que no arremetieran violentamente en contra del árbitro Guerrero. Posteriormente el partido se extendió por dos minutos más y el Walter Ferreti exclamó su campeonato en terreno diriambino.
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