domingo, 12 de diciembre de 2010
Ortega no se da por aludido y se contradice
El presidente Daniel Ortega rompió el silencio sobre los cables filtrados por WikiLeaks y publicados por “El País”. Con desdén los calificó de “chismografía” y en un tono conciliador pidió “relaciones respetuosas” a Estados Unidos.
Según Ortega, “frente a esas chismografías” dejó claro cual debe ser la política de Nicaragua con Estados Unidos: una “política de respeto, de colaboración, de cooperación, de intercambio donde tenemos intereses comunes, partiendo de un principio, y eso se lo he dicho con toda claridad aquí a cuanto alto funcionario norteamericano ha llegado a nuestra Patria”.
El presidente Ortega participó el viernes por la noche en la XV Promoción de Cadetes del Ejército de Nicaragua. Durante su discurso comentó que uno de los promocionados se graduó en West Point y entonces aprovechó la oportunidad para abordar el tema de las filtraciones, justo cuatro días después de que reventó en Nicaragua.
Pese a que no criticó abiertamente a Estados Unidos, dijo: “Hemos sido claros, nuestra política es clara, no se basa en chismes, sino que, con toda claridad siempre hemos definido nuestras posiciones”.
Y luego se hizo varias preguntas que pueden interpretarse como una defensa a los graves señalamientos hechos por la diplomacia gringa: “¿Quién puede poner en duda lo que son nuestros principios, nuestros postulados frente a las políticas expansionistas, guerreristas del imperio? Siempre las hemos condenado y ¡las condenamos de manera clara, sin titubeos! Pero en nuestra comunicación bilateral con los gobernantes norteamericanos, independientemente de que fuesen demócratas o republicanos, nuestra posición ha sido invariable... queremos relaciones respetuosas con los Estados Unidos”, enfatizó.
“¿Qué significa esto? –prosiguió-, Que Estados Unidos nos respete. Encontrar puntos de convergencia, puntos que nos aproximen y que nos permitan a la vez, intercambiar y coordinar esfuerzos”.
Ortega paranoico
El mandatario fue descrito en los cables como un hombre paranoico y truculento que usa su poder en la Corte Suprema de Justicia para extorsionar a narcotraficantes y hasta a boxeadores. Su doble discurso también quedó al descubierto.
El embajador Robert Callahan informó a sus superiores en el Departamento de Estado, que Ortega se disculpó por los disturbios de manifestantes sandinistas en la sede estadounidense en Managua el año pasado. Un informante de Callahan dijo que Ortega está “completamente loco”, detalla uno de los cables publicados por WikiLeaks.
“Cuando el Embajador hizo notar la preocupación de Estados Unidos por el hecho de que altos dirigentes del FSLN se habían visto instando a los violentos manifestantes, un poco tímidamente Ortega reconoció que a veces, incluso él, no puede controlar a su propio pueblo”, dice un cable filtrado por WikiLeaks.
Ortega, sin embargo, se contradijo. Primero calificó de chismes las revelaciones de WikiLeaks, y luego dijo que eran los “trapos sucios que están en la mente, en las maquinaciones de los representantes del imperio y que son alimentadas por los vende Patria”.
“El imperio convulsiona y declara enemigo número uno al director del WikiLeaks, que no ha hecho más que dar a conocer toda la chismografía de la diplomacia yanqui, y lo persiguen, incluso piden que se le condene a muerte”, expresó.
El viernes Ortega sopesó sus diferencias con el país del Norte, pues a cada momento hizo alusión a las diferencias que nos separan y a las semejanzas que nos unen.
“¿Cómo no vamos nosotros a tener diferencia con los Estados Unidos, si todavía nos están debiendo más de 17 mil millones, que a estas alturas seguramente serán unos 40 mil millones de dólares?”, cuestionó.
Ortega aseguró que Estados Unidos tenía nexos con el narcotráfico en la década de los 80, cuando emprendió “una guerra sucia” contra Nicaragua.
“Cuando el Congreso norteamericano les había cortado los fondos para esa guerra sucia, esa política terrorista que practicaron en contra de Nicaragua, ¿qué hicieron? Inmediatamente, a través de las conexiones y las redes que ellos tienen con el narcotráfico, ¡porque las tienen!, organizaron aquella operación de buscar financiamiento, facilitándole operaciones a los narcotraficantes”, acusó.
Ortega y Avilés justifican polémicas leyes de defensa
Tanto Ortega como el jefe del Ejército, general Julio César Avilés, reiteraron la necesidad de que sean aprobados los tres proyectos de ley de Defensa, Seguridad Nacional y de Régimen Jurídico de Fronteras.
Avilés justificó esta necesidad argumentando los conflictos históricos con Costa Rica, Honduras y Colombia.
“Los nicaragüenses debemos estar conscientes que las amenazas y los riesgos que nos acechan, deben ser enfrentados de manera preventiva y anticipada sobre la base de la ley y de una estrategia articulada de nación”, dijo el alto jefe militar.
Avilés aseguró que las “amenazas tradicionales para nuestro país siguen siendo las pretensiones históricas expansionistas de otros estados sobre nuestro territorio”, y enumeró todas las ocasiones en las que Nicaragua ha perdido tierras.
“No hay que manipular las buenas intenciones de esta nación, que trata por la vía de leyes modernas de crear las mejores condiciones y capacidades posibles, para su defensa y su seguridad”, dijo Avilés.
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