Nueva York, (EFE).- El oro se disparó hasta los 1.666,3 dólares la onza en la Bolsa Mercantil de Nueva York, su segundo récord consecutivo, catapultado una vez más por su posición como valor refugio ante los miedos a la crisis de deuda de la zona euro y a que la recuperación económica de EE.UU. se esté debilitando.
La crisis de deuda de la zona euro y la débil recuperación económica de EE.UU. han disparado el precio del oro.
Los contratos de oro más negociados esta tercera jornada de la semana, los de vencimiento en diciembre, sumaron unos contundentes 21,8 dólares por onza al precio del martes, con lo que terminaron al precio nominal más alto al que jamás habían cerrado en este mercado.
Además, durante esta jornada se llegaron a cerrar contrataciones por un máximo de 1.675,9 dólares la onza, lo que supone también un récord intradía para el metal precioso.
Así, el oro encadena dos días a máximos históricos, el martes cerró a un récord de 1.644,5 dólares, gracias a la búsqueda de los inversores de un lugar seguro donde depositar sus fondos en un momento en el que el nerviosismo se ha hecho con los mercados de valores, la crisis de deuda de la zona euro no parece amainar y los datos macroeconómicos en EE.UU. dan señales de debilitamiento.
El miedo a que la recuperación económica de la mayor potencia mundial no sea tan sólida como se esperaba se hizo más fuerte después de que el Departamento de Comercio de EE.UU. anunciase que los pedidos a las fábricas de este país disminuyeron el 0,8 % en junio, después de un incremento del 0,6 % el mes anterior.
Además, este martes se conoció que el sector de los servicios en EE.UU., responsable de más de tres cuartas partes de la economía, redujo su crecimiento en julio hasta colocarse en su punto más bajo en más de un año y medio, según el Instituto de Gestión de Suministros (ISM).
Ante ese panorama, los inversores se escapaban de Wall Street, cuyo principal indicador, el Dow Jones de Industriales, va camino de encadenar nueve jornadas consecutivas en números rojos por primera vez en tres décadas.
La búsqueda de un refugio por parte de los inversores también se debió un día más a las preocupaciones sobre la crisis de deuda en la zona euro, por lo que al igual que ocurrió en Nueva York, la onza de oro terminó a un máximo histórico en el mercado de Londres al cerrar en 1.669,25 dólares.
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