martes, 2 de agosto de 2011

Nicaragua ratifica rechazo a petición de AI de restituir aborto terapéutico

MANAGUA
ACAN-EFE
El Gobierno de Nicaragua ratificó hoy su rechazo a despenalizar el aborto terapéutico en el país, como demandó Amnistía Internacional (AI) para el caso de niñas víctimas de violación y mujeres cuyo embarazo ponga en riesgo su vida.

La primera dama y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, dijo a través de medios oficiales que el Gobierno del presidente del país, Daniel Ortega está "a favor de la vida".

"Luchamos para defender la vida porque es la esencia de la verdad con la que Dios creó al mundo", señaló Murillo, que ejerce el 50 por ciento del poder en Nicaragua, delegado por Ortega.

Una delegación de Amnistía que visitó la semana pasada Nicaragua demandó la restitución del aborto terapéutico.

Ortega, quien aspira a una polémica reelección en los comicios de noviembre próximo, fue el único de los cinco candidatos a la Presidencia que no recibió a la misión del organismo humanitario internacional.

"La posición del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y del Gobierno en relación al aborto (terapéutico) es que nosotros hemos ratificado nuestra propuesta que es a favor de la vida", sostuvo Murillo.

Representantes de la iglesia Católica nicaragüense también expresaron el lunes su rechazo a la petición de Amnistía sobre el aborto terapéutico, al considerar que la vida se debe respetar desde "el primer momento de la concepción".


Los delegados de Amnistía Internacional consideraron, durante su estadía de cinco días en Nicaragua, que la violencia sexual contra las mujeres y niñas es un "gravísimo problema" en este país, por lo que pidieron restituir la legalidad del aborto terapéutico.


Según datos oficiales, en 2010 hubo 3.778 denuncias de delitos sexuales, y 39 mujeres y niñas fueron asesinadas en Nicaragua.


Un estudio de Amnistía publicado en 2010 indicó que entre 1998 y 2008 las autoridades nicaragüenses registraron 14.377 casos de violación y abuso sexual, en 9.695 de los cuales las víctimas fueron menores de 17 años.


En medio de la campaña electoral para los comicios de 2006, que ganó Ortega, el Parlamento nicaragüense atendió las peticiones de las iglesias católica y evangélica y prohibió el aborto terapéutico, que estaba permitido en el Código Penal desde hacía más de un siglo para casos de peligro para la madre.
La legislación facultaba a practicar la interrupción terapéutica del embarazo si era "determinada científicamente" y consentida por el "cónyuge o pariente más cercano a la mujer".

Según Amnistía Internacional, el 98 por ciento de los países en el mundo permiten esa práctica.

No obstante, el vicario de la catedral de Managua, Bismarck Conde, respondió ayer que "bendito sea Dios" que Nicaragua hace "la diferencia" al penalizar el aborto terapéutico.

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