martes, 16 de agosto de 2011

Avionazo de US$1.2 millones

Managua y Miami

El misterio acabó. El jet matrícula N347GA, que usa el presidente de facto del poder electoral Roberto Rivas Reyes y su familia, fue comprado en 1,209,000 dólares que fueron aportados por dos contratistas del Consejo Supremo Electoral (CSE), su asistente, el marido de esta y una compañía en Estados Unidos que le daba mantenimiento al primer avión de la familia.

Según un informe interno de febrero de 2010 de la compañía Insure Aircraft Title Services Inc. (IATS), con quien se cerró la compra de la aeronave en agosto de 2008, la asistente de Rivas, Bertha de la Peña, además de supervisar el proceso de compra, también envió dinero desde Managua.

No se conoce de dónde salieron los fondos.

La documentación —a la que tuvo acceso LA PRENSA— revela que De la Peña transfirió personalmente el 6 de agosto de 2008 la cantidad de 119,000 dólares desde una cuenta suya en el Banco de América Central, en las oficinas que están en los alrededores de la Lotería Nacional.

Ese mismo día, el marido de De la Peña, Alexander de Jesús Vega Orozco, giró 117,157 dólares más. Entre ambos sumaron 236,157 dólares.

Hasta ahora, solo se conocía que el avión de Rivas había sido pagado con fondos de los contratistas del CSE, Mario y Reynaldo Salvador Chow Pérez, quienes dos días antes de la transferencia de la asistente del presidente del CSE enviaron 507 mil dólares, los cuales son motivo de reclamo del jet en un tribunal del Condado de Dade, en Miami, Florida.

Allí deberá explicar cómo logró comprarlo Stephanie Rivas Delgado, hija del magistrado y presidente de la compañía ACE AEI Inc., propietaria del avión.

DE LA PEÑA: “NO SÉ NADA”

Consultada la tarde del lunes a su celular sobre el origen de los fondos que transfirió, De la Peña dijo: “No sé nada de lo que me está hablando y no tengo nada que decir”. Cuando a De la Peña se le insistió que según documentos ella y su marido habían enviado dinero a IATS, la señora simplemente cortó la comunicación.

Pruebas documentales y el testimonio de quien tuvo a cargo cerrar el negocio con la compañía que vendió la aeronave, revelan con detalle el negocio tejido al más alto nivel del CSE.

La persona clave en esta historia es Alejandro Salazar, gerente general de la compañía Atlantic Aviation Group Inc. (AAG) y quien llevó a cabo la compra.

AAG, además de enviar a IATS dos transferencias de 465,843 dólares que asegura recibió de Nicaragua, tenían el contrato firmado desde el 27 de julio de 2008, dos días antes de que depositaran los primeros 100,000 dólares.

AAG es una empresa constituida desde el 2002 en el Sur de la Florida y está relacionada al avión Merlin N444LB, el primero que usó la familia Rivas y le ha gestionado la compra hasta ahora de dos aeronaves.

UN TERCER AVIÓN

Los Rivas también vuelan un tercer avión.

Salazar admitió que fueron los gestores para que este adquiriera el N59PT, propiedad también de ACE AEI Inc., de acuerdo con documentación de la Federation Aviation Administration (FAA) que regula la aviación en Estados Unidos.

El Merlin (el primer avión) habría sido dado como adelanto para la compra de esta nueva aeronave con la que Rivas y su familia viajan por el mundo desde 2009.

Según Salazar, quien partía ayer a un viaje al Caribe, él actuó como intermediario recibiendo el dinero girado desde Nicaragua.

A través de la documentación se puede leer además cómo el avión finalmente, después de la recolecta de los empleados de Rivas, fue inscrito a nombre de la compañía presidida por su hija, otra pregunta que deberá responder en el juicio cuya primera audiencia es el 25 de agosto.

En Managua, mientras tanto, ha causado estupor la participación de Rivas y su familia en este negocio.

El domingo, luego de la opinión de juristas que miraban con claridad el enriquecimiento ilícito de Rivas, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Sócrates René Sándigo, hizo un llamado a la ética en una noticia que ni siquiera lo sorprendió.

“Estamos en un ambiente institucional y social que este tipo de noticia son de esperar. De alguna manera da tristeza de que estas cosas sucedan en nuestro país y cada vez más deterioran la buena marcha de la nación”, dijo el Obispo, haciendo un llamado a la población para que no se pierda la esperanza.

Ni Rivas, ni su vocero al frente del CSE, Félix Navarrete, han dado una versión sobre el caso que supone un mayor problema para ellos porque todavía no está claro de dónde sacó dinero la asistente del funcionario electoral y su marido para colocar la cantidad de 236,157 dólares en el extranjero con el fin de comprar el avión. Tampoco se sabe de dónde salió el otro complemento que recibió la empresa representada por Salazar.

¿DE DÓNDE SALIÓ EL DINERO?

El gerente general de AAG, Alejandro Salazar, tiene sus oficinas en la siguiente dirección: 14532 SW 129TH ST HNGR 227. Salazar dijo un poco ansioso que iba saliendo de Estados Unidos, pero respondió a nuestras preguntas vía telefónica.

El funcionario de la compañía confirmó que ellos tuvieron a cargo la compra del avión y confirmó que este es de Rivas.

AAG realizó dos transferencias desde su cuenta bancaria para la compra del jet. Una por 100,000 dólares efectuada el 29 de julio de 2008 y la segunda por 365,843 dólares. El beneficiario de esos giros bancarios fue Insured Aircraft Title Inc.

Su empresa hizo dos transferencias a IATS para la compra del jet, ¿ese dinero de dónde salió, de Atlantic Aviation Group?

No, ese dinero vino de Nicaragua.

¿Quién fue la persona que hizo el envío?

Tendría que buscar en los archivos.

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