domingo, 7 de agosto de 2011

DEA acepta que colaboró en operación “Rápido y Furioso”


Washington (EFE). - La administradora de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA), Michele Leonhart, aclaró en una carta que su agencia colaboró de forma indirecta en la fallida operación “Rápido y Furioso”, que permitió el traslado ilegal de armas a México en 2009.

La DEA en Phoenix fue la que tuvo un mayor papel en las investigaciones.

Aunque funcionarios de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) dijeron ante el Congreso el pasado 26 de julio que otras agencias federales, incluyendo la DEA, participaron en el operativo, esta es la primera vez que Leonhart detalla el papel de su agencia.

Leonhart dijo en una carta, a la que tuvo acceso Efe, que las oficinas de la DEA en Phoenix (Arizona) y El Paso (Texas) estuvieron “involucradas indirectamente” y solamente haciendo investigaciones.

En marzo de 2010, la DEA en El Paso respondió a una solicitud de ayuda de la ATF en una operación de vigilancia como parte de “Rápido y Furioso”, explicó Leonhart en la misiva a los legisladores Darrell Issa y Charles E. Grassley, principales investigadores de la fracasada operación.

La DEA en Phoenix fue la que tuvo un mayor papel en las investigaciones “aunque el personal de la DEA no tuvo ningún papel en la toma de decisiones en ninguna de las operaciones de la ATF”, precisó.

Según Leonhart, a finales de 2009 sus agentes en Phoenix interceptaron conversaciones telefónicas y descubrieron que un sujeto estaba involucrado en el tráfico de armas y pequeñas cantidades de drogas, aunque esa investigación no estaba relacionada con “Rápido y Furioso”.

Al enterarse de que el mismo sujeto ya era investigado por la ATF, para no duplicar esfuerzos, la DEA sólo se limitó a colaborar en las investigaciones del grupo delictivo al que éste pertenecía, indicó la funcionaria.

Leonhart explicó que la DEA en Phoenix se limitó a la emisión de citaciones administrativas para el rastreo electrónico de los implicados en la operación “Rápido y Furioso”; el desembolso de 128.000 dólares para gastos de intérpretes para descifrar las intercepciones, y la ejecución de órdenes de allanamiento.

Sus agentes también colaboraron en el procesamiento de pruebas sobre drogas incautadas y en el interrogatorio de algunos de los 20 contrabandistas de armas arrestados en el área de Phoenix.

El pasado 25 de enero, la DEA participó en una rueda de prensa para anunciar los arrestos, aunque no hizo declaraciones, detalló Leonhart.

La carta de Leonhart responde a una solicitud que le hicieran el legislador Issa y el senador Grassley, para que entregase toda información y documentos disponibles sobre el papel de la DEA en “Rápido y Furioso”, que ha causado fricciones en la agenda bilateral de EE.UU. y México.

Ambos legisladores hicieron la misma solicitud al director del FBI, Robert Mueller.

La operación “Rápido y Furioso” de ATF, en la que cerca de 2.000 armas fueron a parar a México, donde se les perdió el rastro, es objeto de sendas investigaciones por parte del Congreso y el Departamento de Justicia.

Según un informe de Issa y Grassley, al menos 122 armas encontradas en 48 escenas de crímenes en México están vinculadas con “Rápido y Furioso”.

Algunas de las armas recuperadas en México aparentemente fueron usadas para matar a dos agentes federales de EE.UU., Brian Terry y Jaime Zapata.

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